El mobbing se ha duplicado en la última década, pero sufrir en silencio no es la solución,
Es vital que te lleves bien con la gente con la que trabajas. Muchas personas hemos sido víctimas de jefes “bulleadores”. En ocasiones el miedo a expresarte y el ambiente económico te hacen soportar esto... ¡No lo permitas!
Derrumbando tu inseguridad
Natalia de 26 años, una ejecutiva de recursos humanos de Kent, sabe lo traumático que puede ser el trabajo cuando alguien está abusando de ti. Su jefa al principio parecía ser amigable, pero después comenzó a gritarle e insultarla delante de todo el equipo. Estos cambios fueron aumentado, pero no se atrevió a reportarla por miedo a perder su trabajo. El nivel de su actitud fue aumentando poco a poco, hasta que llegó al grado de que la llamaba en la madrugada para pedirle que respondiera algunos correos.
Esto tuvo severas consecuencias, pues su grado de estrés la llevo a un reposo de dos meses por recomendación del doctor. Es importante reportar este tipo de actitudes, para mantener tu salud física y mental. Natalia se arrepiente de no haberlo hecho.
Un ambiente de miedo
Autora e investigadora del abuso laboral, Annie-Marie Quigg, afirma que cuando una empresa está bajo presión todos sienten una gran tensión, y en esas circunstancias es más probable que haya conflictos y abusos, ya que la gente se encuentra en un ambiente de miedo a perder su empleo. Y las consecuencias del mobbing pueden ser serias: una encuesta descubrió que 16% de los trabajadores ha sufrido problemas de salud debido a esto.
Pero la buena noticia es que puedes hacer algo al respecto: no quedarte callada y permitir que abusen de ti, reporta este tipo de conductas, o incluso cámbiate de trabajo. El punto es que estés feliz con lo que haces.
