Es sábado por la noche y te sientes ansiosa sin saber por qué. En el fondo de tu corazón sí lo sabes: mañana marca el inicio de otra semana de trabajo. Si este es tu caso día tras día, algo ocurre y necesitas tomarte un momento para pensar en qué debes hacer. Estar estresada y abrumada en la oficina es completamente normal, pero hay una línea delgada entre el estrés y sentir que hay un apocalipsis cuando llega el domingo. Sí, eres muy ambiciosa y odias el hecho de renunciar a algo, después de todo, has trabajado mucho por llegar hasta donde estás. Y hay algo más: el dinero. Tu cuenta de ahorros no está ni cerca de donde quisieras, gracias a las montañas de cuentas esperándote al final de cada mes. Esto es lo que sucede, puedes administrar tu situación financiera e ingeniarte un plan que te haga sentir lista para dar el siguiente paso. La idea de renunciar puede ser aterradora, pero una vez que hayas creado tu guía de supervivencia, te sentirás mucho mejor. Primero tienes que descifrar si quieres abandonar tu trabajo o si solo estás pasando una mala racha. Nosotros hemos hecho una investigación para ayudarte a descubrirlo, lejos de las dudas:
Sabes que es momento para renunciar cuando... ...EN DEFINITIVA ERES INFELIZ
No tienes que ser Freud para saber que si te sientes miserable, hay algo mal. Olvídate un poco de la administración, de tus compañeros y toda la diversión de una vida corporativa, ¿te gusta tu trabajo y tienes un propósito en lo que haces? Si la respuesta es no, entonces no importa qué tan buena o mala sea la empresa y el equipo. La vida es corta y no tiene sentido en pasar la mayoría de tus días haciendo algo que no te llena. Saliha Afridi, doctora y psicóloga de Lighthouse Arabia, dice que debe haber algo malo “cuando no hay alegría en lo que estás haciendo, y si no estás contenta con la respuesta a la pregunta ‘¿por qué hago lo que hago?’. Tu deber es enfocarte en descubrir tus razones. Y si la respuesta es porque en realidad lo disfrutas, entonces hay alguna salvación. Si no, entonces la decisión es muy evidente”.
...NO TE PAGAN LO JUSTO
La empresa se hace cada vez más pequeña y tu carga de trabajo se está duplicando, pero no hay una señal visible de todo eso en tu salario. Al contrario, te hacen sentir como si fueras afortunada de tener un trabajo y la compañía se está aprovechando de ti, no te está compensando como debería. A veces todos a tu alrededor están teniendo situaciones complicadas y no tienes de otra más que continuar con eso, y en realidad estar agradecida por tu salario. Mira a tu alrededor: ¿otras empresas de tu industria están en las mismas situaciones? De ser así, entonces tal vez solo están siendo precavidos y hacen lo necesario para sobrevivir. Pero si sientes que se aprovechan de ti y están resentidos con toda la situación, es momento de buscar una mejor opción... puede que sea el mejor camino para ti.
...TU SALUD SE VE AFECTADA
Si el trabajo hace que te enfermes más de lo usual y casi siempre estás estresada o abrumada, no es normal. Pregúntate qué tanto deseas irte de ahí. “Si durante meses has necesitado fuerzas para levantarte en las mañanas e ir a la oficina, es una gran señal. Todas hemos tenido problemas y deseado tener un día extra de descanso para recuperarnos. Hablo de una sensación duradera y persistente de algo más que te gustaría hacer en tu trabajo...”, dice Afridi. Y no tienes que sentirte físicamente enferma para considerar tu renuncia; tu salud mental se pasa por alto más veces de lo que se cree. Busca señales de depresión, insomnio y otras dolencias relacionadas con el estrés que podrían estarte afectando a otro nivel.
...TU AMBIENTE LABORAL ES TÓXICO
¿Eres tú? (1) Tu jefe es un bully, un mal líder y con frecuencia te hace menos y te desmotiva y (2) tus compañeros son tóxicos. Si una o ambas situaciones te suenan familiares, entonces no es de sorprenderse que estés contemplando irte de ahí. “Todo el resentimiento, ansiedad y estrés pueden acumular- se creando un ambiente laboral imposible”, explica Afridi.
Tal vez renunciar no es la respuesta si... ...TU VIDA PERSONAL NO ESTÁ DONDE DEBIERA ESTAR
¿Eres infeliz fuera del trabajo? Cuando las cosas se complican mucho en casa, entonces es difícil comprometerse en la oficina y fácilmente te sentirás molesta con cualquier pequeño detalle. Ningún trabajo es una burbuja utópica mágica, todos tenemos problemas. Tener una mala racha es común. Afridi sugiere que te preguntes si esto es “por problemas personales o profesionales”. Muchas personas sufren de ansiedad o depresión, o problemas de relaciones y no se sienten por completo dispuestas para poder desempeñar su trabajo. Identificar los problemas secundarios será crítico para tomar una decisión y dejar tu empleo por las razones indicadas. Puede que necesites la ayuda de un terapeuta o de un coach para indagar un poco más en tu situación emocional.
... NECESITAS EL DINERO
Si tu economía no es la mejor y no puedes costear renunciar por ahora, es posible que necesites dar un paso atrás y reevaluar tus opciones. Nadie te está pidiendo que te quedes en un lugar que te hace sentir miserable, pero tal vez irte lo antes posible no es la respuesta. Tómate tu tiempo para crear una gran estrategia de escape.
“Quiero renunciar. ¿Cómo elimino la ansiedad que siento?” SALIHA AFRIDI TE DICE CÓMO...
1. Cuando consideres un cambio de carrera o de trabajo es muy útil hablar con un mentor o un coach. Al hacerte preguntas, puedes ayudarte a ganar seguridad en tu decisión de partir, así como a decidir a dónde quieres dirigirte. Trata de evitar hablar con amigos y familia acerca del tema porque tendrás consejos variados sin bases que estarán fundamentados en sus propias ansiedades en vez de tus necesidades. 2. Es muy útil comenzar a postularse para otros trabajos antes de renunciar. Cuando decides irte no solo debes considerar tus finanzas, sino también tu seguro médico y tus prestaciones. Te ayudaría empezar a trabajar con reclutadores y enviar CV a otras empresas. Ir a entrevistas también te servirá para ganar seguridad, darte cuenta de tu “valor en el mercado” y tal vez incluso ayudarte a darte cuenta que quieres quedarte donde estás. 3. Asiste a eventos de networking y pro- cura conocer más gente. Los estudios respecto a las personas más afortunadas reveló que tenían muchas características en común, una de ellas es que ellos aceptaban conocer a más personas con mayor frecuencia, lo que eventualmente los llevó a conquistar nuevas oportunidades laborales.
No estoy feliz, pero no puedo renunciar a mi trabajo. ¿Qué debo hacer para sentirme un poco mejor? UNA VEZ MÁS, SALIHA AFRIDI AL RESCATE
1. Sé clara respecto a porqué te estás quedando. Algunas personas lo hacen para apoyar a sus familias, otros están buscando trabajos antes de irse, mientras que otros no cuentan con buena salud y necesitan la cobertura médica. 2. También existe el mantra “Todo sucede por una razón”, lo cual hace que veas todas tus experiencias como oportunidades para crecimiento personal y evolución espiritual. ¿Qué lecciones debes aprender de las dificultades a las que te estás enfrentando en este momento? 3. Ten una estrategia de salida, esto hará que tu estancia sea más una elección en vez de una experiencia forzada que te está ocurriendo. También considera por qué tienes miedo de irte y analiza esas razones. Tomar una decisión a partir del miedo solo resultará en más temor y más resentimiento. Encuentra lo que evita que estés vi- viendo la vida que imaginaste y traba- ja con una meta en mente. 4. Las personas necesitan recordar que se están haciendo cargo de su propia vida y que toman decisiones. Puede que se estén quedando porque son la fuente de ingresos de sus casas, pero sigue siendo una decisión. Cuando usas un lenguaje de elección, quedas en una posición de poder y no en un papel de víctima. No le des este poder a ninguna empresa ni a una persona.
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