Las tarjetas de crédito pueden ser muy malas o también te pueden salvar de ese infierno... Te dejamos algunos tips para manejarlas.
NO caigas en la zona de peligro. Como en cualquier relación, las tarjetas de crédito pueden ser tus mejores amigas, siempre y cuando haya respeto y un buen manejo, porque sí, sí puede convertirse en el verdadero demonio cuando las cosas se salen de control. Sabemos a la perfección que uno de los más grandes placeres de toda chica Cosmo es el shopping y más cuando las tiendas ofrecen muchos meses sin intereses (¡qué tentación!). Peeeeeero, es probable que estés cayendo en una mala relación con ella.
Una tarjeta de crédito (TDC), de algún banco o tienda departamental, es una manera fácil de pagar productos y servicios cuando no tienes el dinero en efectivo, pero NO es dinero adicional para ti. También lee: 7 Señales que indican que necesitas un break up con tu tarjeta de crédito
¿Cuándo usar tus tarjetas de crédito?
No pases por una mala experiencia, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) te recomienda ajustar tus ingresos. Además, no usarla para cubrir tus gastos diarios, porque podrías acumular una deuda difícil de pagar; pero sí sácale provecho para cubrir urgencias o sucesos inesperados. No olvides checar cuáles son tus fechas de corte y de pago para cubrir puntualmente tu deuda, pues dejar de pagar a tiempo aumenta la deuda y puede repercutir negativamente en tu historial crediticio. Si puedes, abona más del mínimo señalado en tu pago, de esa forma reduces el monto y plazo de tu deuda y mantendrás el control de tus finanzas. Cuando eliges una tarjeta de crédito adecuada para ti y le das buen uso, la experiencia será increíble y entonces dejará de ser el verdadero demonio de tu vida. Te puede interesar: La clave para organizar tus finanzas
Tarjetas de crédito: ¿el demonio o te pueden salvar del infierno? Aquí 5 mitos
Mito 1: Es una deuda de por vida
La verdad es que no, si la sabes manejar. Aunque sí debes considerar que la mayoría de las tarjetas de crédito cobran una anualidad (una cuota que depende de cada institución bancaria) por tenerla, por lo que es un dinero adicional que tienes que desembolsar.
Mito 2. Con la tarjeta puedes resolver problemas financieros
No es la solución mágica para tus finanzas personales. Puede ser que te las resuelva al momento, pero tienes que pagar esa deuda después. Si estás en condiciones de cubrir el total de tu deuda todo estará ok; en cambio, si gastas más de lo que puedes pagar, sólo acumularás intereses y al final pagarás más de lo que compraste con ella.
Mito 3. A cualquier persona le dan una tarjeta de crédito
No, ya que no sería conveniente para un Banco o cadena comercial prestar dinero a cualquier persona. Esa es la razón por la que primero hacen una investigación básica con la que puedan saber si una persona tiene la capacidad de pagar deudas y si sus ingresos son constantes.
Mito 4. Es la puerta de entrada a créditos futuros
Sí, si manejas bien tu tarjeta de crédito. Se convertirá en una buena carta de presentación si en algún momento quieres pedir un crédito más grande, como para un automóvil o una casa. Si tienes retrasos en tus pagos o no cubres la deuda total, cualquier institución a la que le pidas un crédito te lo negará.
Mito 5. Son caras y todas son iguales
Como en todo, existen tarjetas de crédito para diferentes tipos de usuarios y los costos de éstas dependen de los Bancos o cadenas comerciales y de los servicios que incluye la tarjeta. Los Bancos ofrecen cuentas básicas sin comisiones, aunque con mucho menos servicios que las de costo alto, por eso, antes de solicitar una, ten claro para qué la usarás y conoce los diferentes tipos de tarjetas. No te pierdas: Los Meses Sin Intereses cumplen 20 años en México
