Nadie quiere -o quizá hay quienes sí- ser considerada una mala líder, por lo que te compartimos algunos factores a considerar para que seas una “buena líder”.
Todas podemos ser un líder cuando las circunstancias lo necesitan, como en una emergencia o cuando alguien toma la voz y habla en nombre de un grupo de forma ‘no planeada'; pero si en el terreno profesional una de tus metas es liderar un equipo, deberías tener en cuenta alguna de las siguientes características. Qué mejor que seas líder, y mucho más, si eres considerada como una “buena líder”. Lo que NO hacen los buenos líderes es atribuirse el éxito a sí mismos, no mirar hacia el futuro, ser arrogantes y hasta invulnerables.
Y en tiempos de pandemia, donde quizá lideras un equipo de forma remota, un factor importantísimo es la confianza. La consultora europea ARTS señala que, sin confianza, jamás habrá una organización empresarial. Un líder así no está detrás del equipo ni apresura a todos “porque sí", pero sí llama la atención si es necesario. El conferencista Michael Frisina habla de ser un “líder influyente”, aquellos que generan un cambio positivo y que tienen influencia sobre otros, y que se refleja en la aceptación del equipo ante las acciones e ideas del líder, por considerarlas favorables para sí mismos y para el proyecto. Así, un líder influyente tiene interés y preocupación real por el equipo.
También tiene empatía con los colaboradores, y es sensible ante sus reacciones verbales y no verbales.
Tiene disposición de aprendizaje mutuo; se comparten experiencias, errores, aciertos. Toma en cuenta la retroalimentación: Seguramente conoces a alguien que no está abierto a las opiniones del equipo. Nada hace el trabajo en equipo más fácil que favorecer la confianza de que cada opinión cuenta.
Reconoce cualidades y los resultados del equipo. Sí, es obligación de todos cumplir con el trabajo, pero es importante resaltar las tareas bien realizadas y reconocerlas en público. Si hablábamos de que un buen líder NO es arrogante, significa que la actitud de humildad es fundamental; nunca olvides que en cada éxito del equipo, hubo una aportación de cada miembro. De igual forma, si mencionamos que un buen líder NO mira hacia el futuro, es necesario que estés dispuesta a atreverte a ser creativa. Presta atención a lo que ha sido efectivo en el pasado y practica nuevas formas de estímulos e impulsos. Reconoce tus errores. Ya hablamos de la humildad, y qué mejor de demostrar tus constantes ganas de aprendizaje que admitir cuando no se fue exitoso en algo. Tras reconocer el error, el equipo notará si trabajas en una solución. Se trata de un trabajo constante, y de recordar de vez en cuando que “aquel que no sabe seguir órdenes nunca será un buen comandante”. Sigue leyendo: Las ‘soft skills’ que necesitamos para triunfar en la vida social y laboral (y nadie nos enseñó) Los hombres en tacones son la nueva tendencia en redes… y estos videos lo demuestran