¿Conoces el vaginismo? Es una contracción de los músculos perniles que hace que la penetración sea dolorosa o imposible. ¿Se puede sanar? ¿Cuáles son las causas? Aquí está todo lo que necesitas saber sobre este proceso psicofisiológico.
Aunque los síntomas del vaginisimo son fácilmente identificables, las causas son más difíciles de determinar y no existe consenso sobre el origen del vaciísimo en la profesión médica. La buena noticia es que hoy, existen tratamientos efectivos para curarla. Entonces, sí, el vaginismo se trata, gracias a un método que mezcla terapias sexuales-corporales y cognitivas-conductuales.
Vaginismo: un tratamiento sexual-corporal
En caso de vaginismo, se recomienda consultar a un sexólogo. Éste ayudará a la mujer a recuperarse conociendo mejor su cuerpo, con ejercicios con los dedos y con las manos.
Se recomienda que la pareja de la mujer que sufre vaciísimo acompañe y participe activamente en las fases del tratamiento, asegurándose de tranquilizar a la paciente y de no ponerle presión durante el progreso.
El primer objetivo del tratamiento no es hacer que la penetración sea posible y placentera, sino hacer que una sexualidad sin penetración funcione dentro de la pareja, considerando otras formas de hacer el amor.
Esto permitirá que la mujer reduzca gradualmente sus temores, aprenda a controlar sus músculos pélvicos, se convenza a sí misma de que tiene una “vagina activa” que puede controlar las sensaciones.
Si es necesario, el sexólogo puede proponer ejercicios de dilatación progresiva, cuyo propósito no es dilatar gradualmente la vagina, que se expande naturalmente para acomodar el pene, sino acostumbrar a la vagina a aceptar la penetración sin contracción.
Vaginismo: un tratamiento cognitivo-conductual
Los tratamientos corporales sexules son más efectivos si se combinan con una terapia cognitivo-conductual, que ayudará a levantar los puntos de bloqueo y eliminar la culpa relacionada con la sexualidad, para trabajar en como la mujer que sufre el padecimiento representa la sexualidad. También ayuda al cerebro a dejar de enviar señales de dolor en el momento de penetración.
El tratamiento puede ser largo. Es imposible tener resultados en pocas semanas, pero la cura está al final del camino, así que el esfuerzo vale la pena.
Este artículo fue originalmente publicado en Cosmopolitan Francia