El miedo al fracaso es una de las causas por las que algunas personas no se atreven a perseguir sus sueños, aunque represente una oportunidad de crecimiento personal, aprende a gestionar tus emociones cuando fallas…
Siempre que pensamos en el futuro lo hacemos de manera positiva, con grandes proyecciones hacia adelante y sin considerar que en el camino existen factores que están lejos de estar bajo nuestro control lo que significa que no consideramos las posibilidades de fracasar y vernos obligadas a reconsiderar y reconstruir nuestros proyectos.
La posibilidad de fracasar ante nuestras metas planteadas trae consigo fuertes sentimientos de frustración, impotencia y miedo. Aprender a no basar nuestro valor como personas ante una posibilidad de fracaso es indispensable para mantener intacta nuestra salud emocional aún cuando no hemos logrado conseguir eso que teníamos planeado.
Gestionar nuestras emociones positivamente, aún cuando creemos que hemos fracasado, es relevante para extraer de esa experiencia todo el aprendizaje posible y volver a intentarlo. Quizá resulte necesario replantearnos metas menos ambiciosas y no es que la ambición personal sea mala o buena, sino que el resultado puede ser catastrófico a nivel psicológico, por ese motivo, hoy en Cosmopolitan queremos compartirte algunos consejos para aminorar el impacto negativo del fracaso.
Claves para gestionar el fracaso (o lo que entendemos como fracaso)
Fracaso y éxito, dos conceptos claves en nuestra vida que no siempre se corresponden con las vivencias que nos hacen crecer, pues mientras algunos experimentan emociones desagradables ante una caída, otras personas logran sacar lo mejor de esas experiencias para volver a intentar.
Aceptación
Para aprender a sobrellevar el fracaso es necesario considerarlo cuando hacemos planes o nos fijamos metas. Indudablemente el fracaso forma parte de nuestra vida, pues es ahí donde podemos aprender valiosas lecciones de planeación e introspección. Negarlo sólo trae consigo sentimientos de frustración y ansiedad.
Desdramatizar el fracaso
Cuando nos enfrentamos al fracaso, además de la frustración y la ansiedad aparece el sentimiento de culpa lo cual hace menos digeribles las emociones y el mal trago de la derrota. Para aprender del fracaso es necesario darle la vuelta al dolor y verlo como un paso dado en el camino hacia el éxito, aunque no lo creas, todas las personas han fracasado alguna vez, sin embargo, es tarea individual trascender el golpe y aprender de él.
Gestiona el miedo
El miedo es un mecanismo emocional que nos advierte amenazas reales o imaginarias que nos ponen en alerta constantemente. Tener miedo ante la vida es sumamente cansado para la mente y el cuerpo, no permitas que este te bloquee y te prive de vivir plenamente ya que ese mecanismo puede jugar en tu contra si no aprendes a gestionarlo.
Crea redes de apoyo
Hablar con otras personas en las que confíes también puede ser liberador ante el miedo al fracaso, generalmente son los amigos, la familia y la pareja quienes nos reconfortan ante el fracaso y son ellos y ellas quienes nos recuerdan constantemente que el incumplimiento de nuestras metas no nos define como personas, ni nos resta valor.
No generalices tus fracasos
Aprender a gestionar las emociones ante el fracaso también implica evitar generalizaciones innecesarias, posiblemente el fracaso esta relacionado a una mala planeación o un tiro de mala suerte, pero eso no te convierte en un fracasado o fracasada inmediatamente. Es la oportunidad perfecta para replantear estrategias o ponerte metas menos ambiciosas hasta alcanzar esa que te hace sentir mal por no haberla conseguido.
Aprende del tropiezo
No seas tan dura contigo misma, date la oportunidad de reflexionar sobre lo que salió mal y toma de ello únicamente lo positivo, algún aprendizaje podrás extraer de la situación, incluso aquel que te es menos posible visualizar en lo inmediato.
¿Qué salió mal? ¿En qué puedes mejorar para obtener el resultado que esperas?
Cuida tu autoestima
Sé compasiva contigo misma, ya es suficiente dolor con afrontar el fracaso, recuerda que la mente a veces nos juega en contra, por lo que debemos aprender a controlarla cuando nos habla mal de nosotras mismas. Procura tratarte con cariño y respeto como lo harías con tus seres queridos.
Vuelve a confiar
El fracaso no es definitivo, vuelve a intentar, pero hazlo con las herramientas que ya obtuviste de un primer tropiezo. La autoconfianza es el ingrediente más importante en la receta del éxito.
Sé flexible
Si debes cambiar de meta para acércate cada vez más al éxito no te cierres a esa posibilidad, a veces el camino a recorrer antes de llegar a esa meta debe tener algunas variables que no previste, date la oportunidad de caminarlas y permite que la vida te sorprenda positivamente.