Cuando la pasión se evapora, no puedes dejar de preguntarte si la falta de acción es normal o indicativa de un problema mayor. Para descubrirlo,hazte a ti misma estas preguntas reveladoras.
¿Aparto tiempo para el sexo?
Si la respuesta es no, es posible que sólo atravieses por una etapa de sequía, un efecto secundario común de una agenda apretada. Cuando las parejas se encuentran ocupadas y estresadas, ponen el sexo a un lado hasta que un día se despiertan y se dan cuenta de que no lo han hecho en tres meses. Aunque es más fácil decirlo que hacerlo, la solución es convertir el sexo en una prioridad al darle un lugar en la agenda. ¡Márcalo en el calendario si es necesario (pero en secreto)!
¿Sí quiero tener sexo,pero no con mi pareja?
Si la respuesta es afirmativa, tu libido está intacta, pero puede que tu unión no sea estable. La atracción puede disminuir cuando uno de los dos deja de cuidar su apariencia física, cuando el sexo se torna predecible o cuando ocurre una infidelidad. Intenta detectar la causa y toma pasos para mejorar la situación. Si persiste tu apatía, puede que debas hacerte otra pregunta: ?¿Aún amo a esta persona??