En los últimos años hemos visto un gran crecimiento en el mercado de productos con la etiqueta “vegano”, y creo que se debe por completo a que aho- ra sabemos que necesitamos un consumo más sostenible y deseamos cuidar más del planeta y de nuestra salud. Sin embargo, entre las prácticas del “vegan-washing”, propaganda engañosa para promover la percepción de que los objetivos o políticas de las marcas son respetuosas con dicha postura, debemos estar tan pendientes como siempre para tomar decisiones responsables.
Así fue como me di a la tarea de hablar con tres especialistas en su área para que nos ayuden a esclarecer si todo lo vegano es saludable o bueno para el organismo, y así puedas comenzar con esta forma de vida (si está en tus planes) o nada más buscas mantenerte informada en el tema.
LA RESPUESTA DE LAS EXPERTAS
Sofía Mitre Jiménez O’Farrill, licenciada en Nutrición y Ciencia de los Alimentos: “Vegano no es sinónimo de saludable. No me gusta etiquetar a los alimentos en ‘saludables’ y ‘no saludables’, pero, sin duda, pueden existir alimentos mucho más nutritivos que otros. Que sean o no veganos no es indicativo de lo nutritivo que pudiera ser un alimento o producto. Es decir, que sea vegano solo expresa que no contiene ningún ingrediente de origen animal”.
Jessica González Castro, directora en México de Generación Vegana (GenV): “Con una alimentación a base de frutas, vegetales y semillas es posible obtener todos los nutrientes necesarios. Cuando tengas confusión sobre lo que deberías comer, recuerda mantenerlo simple. Si viene en un frasco, una caja o un envoltorio pero no tiene aditivos artificiales, derivados de animales o azúcar y aceites agregados, puedes calificarlo como saludable. Hay una diferencia en comer alimentos procesados, altos en grasas, azúcares y sodio incluso dentro de una alimentación vegana; es decir, aun- que la comida chatarra vegana a menudo es deliciosa y una gran alternativa a los produc- tos de origen animal, no es la clave. Entonces, lo que incluyes en tu alimentación debe ser igual de importante que aquello que eliminas. Por ejemplo, cambiar un helado a base de lácteos por helado vegetal es una gran idea, pero hacerlo por una preparación helada casera de plátano (algo que contenga fruta real, sin azúcar añadida ni ingredientes artificiales), resulta una mejor opción”.
TIPS PARA ELEGIR TUS PRODUCTOS VEGANOS
1. Cuando son empaquetados, entre más frases utilicen para querer vender, más al pendiente debemos estar; es decir, si dice “fat free/sin grasa”, “sugar free/sin azúcar”, “vegano”, “sin gluten”... vale la pena leer los ingredientes del producto e investigarlos para saber si en realidad convienen a nuestra salud y nutrición.
2. También es importante conocer la procedencia de lo que compras: si es una marca conocida o de un productor local, busca cómo y de dónde obtiene su materia prima, y cuáles son los impactos de esta.
“Que sean o no veganos no es indicativo de lo nutritivo que pudiera ser un alimento o producto. Es decir, que sea vegano solo expresa que no contiene ningún in- grediente de origen animal”, —Sofía Mitre Jiménez O’Farrill, nutrióloga.