Honestamente moriré de 120 años… Un estudio muestra que cuanto más tiempo pasas con tu madre, más tiempo vivirás. Asegúrate de llamar a tu abuela y a tu madre para cenar esta noche. Un nuevo estudio muestra que invitar a tu madre o abuela a cenar puede prolongar su salud y aumentar su calidad de vida. Investigadores de la Universidad de California en San Francisco descubrieron que la soledad desempeña un papel importante en el declive que a menudo se asocia con la vejez. El estudio dio seguimiento a 1,600 adultos, con una edad promedio de 71 años, a pesar de controlar el estado socioeconómico y la salud, los individuos solitarios mantuvieron tasas de mortalidad más altas. Casi el 23% de los participantes solitarios murieron dentro de los seis años posteriores al estudio, en comparación con solo el 14% de los que informaron tener una compañía adecuada. “La necesidad que hemos tenido toda nuestra vida, personas que nos conocen, nos valoran, nos alegran, nunca desaparece”, explicó Barbara Moscowitz, trabajadora social geriátrica en el Hospital General de Massachusetts, a The New York Times. Relacionado: “5 enfermedades que puedes evitar con ejercicio” Los ancianos valoran mucho esas relaciones, tanto que a menudo pasan por alto mucho más que sus hijos o incluso sus nietos. “Se trata de importantes habilidades relacionales”, explica Rosemary Blieszner, profesora de desarrollo humano en Virginia Tech, dijo a The New York Times, “habilidades que nuestros adultos mayores han tenido toda una vida para perfeccionar”. “Son bastante tolerantes con las imperfecciones e idiosincrasias de los amigos, más que los adultos jóvenes”, dijo. “Traes mucha más experiencia a tus amistades cuando eres mayor. Sabes por qué vale la pena pelear y por qué no vale la pena pelear”. Además de invitar a nuestros familiares y amigos mayores a nuestros hogares, es importante fomentar las relaciones con personas mayores, por lo que, a pesar de la creencia popular, las personas mayores tienden a prosperar en entornos de vida independiente o asistida. Las viviendas de ancianos (que están bien atendidos y certificados) proporcionan más formas de mezclarse, conectarse y prosperar. Pasar tiempo de calidad con tu madre y abuela te ayuda, pero también nos beneficia a nosotros, la relación simbiótica es innegable. Reciben el compañerismo y la conversación tan importantes para la vida cotidiana, y recibimos sus historias, sus abrazos y, lo mejor de todo, esas famosas galletas secretas de recetas. Relacionado: “Romper tu compromiso puede ser algo bueno”