Si engordas fácilmente y no puedes perder peso incluso cuando reduces tus porciones, podrías ser víctima de un metabolismo lento. Averigua aquí cuáles son los signos de un metabolismo lento, los síntomas de este trastorno y qué remedios pueden implementarse.
¿Qué es el metabolismo lento?
Tener un metabolismo lento significa que hay una cierta lentitud del cuerpo para llevar a cabo aquellos procesos químicos que tienen como objetivo obtener moléculas complejas de las más simples y viceversa. Hay personas genéticamente predispuestas a tener un metabolismo lento o que han contraído enfermedades, como hipotiroidismo por ejemplo, que terminan relanzando el metabolismo. Este trastorno se manifiesta con una serie de síntomas: aquí hemos identificado diez.
Tendencia a subir de peso
Puede suceder que engordes fácilmente aún mientras cuidas lo que comes: esta es una pista muy importante sobre la posibilidad de sufrir un metabolismo lento.
Dificultad para perder peso
Comes poco, pero no puedes perder peso. Este fenómeno puede ser causado por un metabolismo lento pero, como en un círculo vicioso, comer menos no ayudará a resolver el problema. Disminuir la cantidad de calorías, de hecho, hace que el cuerpo responda quemando menos, con el resultado de hacer aún más lento el metabolismo. Para mejorar la situación puede ser útil hacer comidas pequeñas y frecuentes, capaces de reactivar el metabolismo.
Fatiga constante
Aquellos que sufren de metabolismo lento a menudo pueden sentirse cansados, fatigados, casi viviendo en un estado de constante agotamiento. Esto se debe a que el proceso que lleva a nuestro cuerpo a quemar calorías y, por lo tanto, a suministrar energía, es particularmente lento.
Presión baja
Otra consecuencia del metabolismo lento, que se acompaña de una sensación de agotamiento, es la baja presión.
Sudación excesiva
Ser víctima frecuente de sudores fríos es otro signo importante de la posible presencia de un metabolismo lento.
Sensibilidad al frío
La sensibilidad particular al frío es también uno de los síntomas de un metabolismo lento. Si la temperatura de tu cuerpo no excede los 36.3ºC, entonces probablemente tengas problemas para regular la temperatura interna debido al metabolismo lento.
Intestino lento
El metabolismo lento también conduce a un mal funcionamiento de los órganos digestivos, en particular del intestino, lo que, de hecho, “disminuye la velocidad del paso de la comida por el cuerpo”, causando a su vez una larga serie de trastornos como la hinchazón y el dolor abdominal y pélvico.
Estreñimiento
Intestino perezoso: el estreñimiento es uno de los síntomas más obvios y molestos. REPETIMOS: Comer menos no ayuda a resolver el problema.
Piel seca
Un síntoma notable del metabolismo lento es la sequedad de la piel: en particular es suficiente observar los pies para ver si uno sufre de este trastorno. La piel de las extremidades se seca porque los niveles de hormonas producidas por la tiroides no están equilibrados.
Sensación de estrés
Al igual que la fatiga crónica, la sensación constante de estrés y opresión también pueden deberse a un metabolismo lento.
Remedios
Para reactivar el metabolismo puede ser útil reducir (sin eliminar, sin embargo) los carbohidratos y aumentar la ingesta de proteínas y grasas. Además, es bueno incluir en tu dieta ingredientes como jengibre, chile, cacao y cafeína. Además, una hidratación adecuada es esencial: beber dos litros de agua al día puede ser muy útil. Por supuesto, la actividad física no debe faltar: el ejercicio hace maravillas para reactivar el metabolismo. Correr, caminar a paso ligero, andar en bicicleta, levantar pesar, cualquier cosa es buena, especialmente si lo haces temprano en la mañana, para que el movimiento active tu cuerpo.
Este artículo fue originalmente publicado en Cosmopolitan Italia