Cuando enfrentas un episodio traumático hay ocasiones que el cerebro omite el recuerdo como una forma de defensa, sin embargo, los estragos se manifiestan día a día en tu vida cotidiana, sigue leyendo para conocer las señales de un trauma no superado que repercute actualmente en tu vida...
A lo largo de nuestra vida nos enfrentamos constantemente a episodios que pudieran resultar traumáticos y es que, en sentido estricto, un trauma es un suceso que tiene consecuencias psíquicas a nivel consciente e inconsciente y ocurre cuando este suceso pone en riesgo la vida y la integridad holística de alguien.
Un trauma puede ser generado por un accidente, agresiones físicas y verbales, abuso sexual, infantil o violencia doméstica, por mencionar algunos casos; y la secuela de dicho trauma se manifiesta física y emocionalmente aún cuando el cerebro omite el recuerdo lúcido como forma de autoprotección.
Tipos de traumas
Aunque en todos los casos se trata de una secuela por un evento que cambió significativamente la vida, los traumas también se clasifican según su origen.
- Trauma agudo: respuesta a un evento único y catastrófico, también se caracteriza por tener una respuesta inmediata como shock, miedo intenso y negación, por ejemplo, un accidente automovilístico.
- Trauma complejo: es la respuesta a la constante exposición prolongada a eventos traumáticos, como la violencia doméstica, el abuso sexual o físico. Ante este tipo de trauma, las personas suelen perder el control de sus emociones fácilmente lo cual repercute en sus relaciones personales.
- Trauma intergeneracional: se trata de creencias que se heredan generacionalmente en una familia, estas creencias pueden remitirse a un episodio colectivo traumático que define las costumbres de grupo de personas, por ejemplo, la guerra. El arraigo genealógico juega un papel muy importante y es posible que la relación familiar se encuentre fracturada por este trauma.
- Trauma vicario: este tipo de trauma se refiere al malestar ocasionado por atestiguar episodios traumáticos ajenos, por ejemplo, los testigos de accidentes o actos delictivos. Su principal manifestación es ansiedad, depresión y estrés postraumático.
Síntomas de un trauma no superado
- Trastorno ansioso/depresivo
- Malestar físico como dolores que no tienen explicación
- Insomnio
- Irritabilidad
- Pérdida de los recuerdos de etapas específicas de la vida
- Miedo y confusión
- Sensación de culpa y vergüenza
- Indiferencia emocional
- Relaciones personales conflictivas y violentas
¿Cómo superar un trauma?
Por tratarse de un tema de salud emocional, te sugerimos recurrir a un especialista que cuente con las herramientas profesionales para guiarte en este difícil proceso. Existen diversos enfoques psicológicos ideales para superar un trauma como la terapia cognitiva-conductual, el psicoanálisis o la hipnoterapia.