¿Padeces el síndrome de la niña buena? Estos son los síntomas más comunes que comparten las mujeres afectadas
¿Has escuchado hablar sobre el síndrome de la niña buena? Se trata de un patrón de conducta o tendencia que tienen ciertas mujeres a cumplir con las expectativas —que ha impuesto la sociedad— de ser sumisas, amables, complacientes y obedientes. Estas son las señales de que creciste siendo una niña “perfecta”, pero no feliz...
Señales de que padeces el síndrome de la niña buena
- Complaces a los demás
Antes de ver por ti, te preocupas por satisfacer las necesidades de los demás, por lo que siempre pasas a estar en segundo plano. Esto es debido a que has creado un hábito de definirte a través de la aprobación de los demás. Careces de amor propio y por lo tanto, no te das la importancia que mereces ni te ves a ti misma como prioridad.
- Eres muy madura para tu edad
No está mal ser una mujer madura, pero si eso significa sacrificar tu felicidad, entonces debes comenzar a trabajar en un equilibrio. Adelantarte a tu edad para darle gusto a los demás, perder tu autenticidad y convertirte en la persona que esperan que seas, es una forma de autosabotearte a ti misma.
- No hablas de tus necesidades
Creciste bajo la idea de que expresar tus deseos, intereses y necesidades era un acto egoísta. Por lo mismo, tu mayor interés es satisfacer a los demás y reprimir tus más grandes anhelos.
- Eres perfeccionista
Nos referimos a que crees que tu valor se define por lo que haces y no por lo que eres. Por eso siempre tratas de ser la número uno en todo, y aunque no está mal querer triunfar, en ocasiones te exiges demasiado. Recuerda que absolutamente nadie es perfecto y que los errores nos hacen crecer como personas.
- Reprimes tus sentimientos
Debido a que eres la “niña buena” no puedes demostrar ciertas emociones, como la ira, el enojo o el resentimiento. Te sientes culpable cuando no logras controlar tus sentimientos, pues a lo largo de los años te inculcaron la idea de que enfadarte pone en riesgo tus relaciones interpersonales.
- Se te dificulta tomar decisiones
Necesitas la opinión de los demás para tomar una decisión en tu vida. No confías en tu intuición ni tienes definidas tus prioridades, por lo que siempre terminas haciendo lo que te dicen los demás.