Será imposible resistirte a sus encantos. Conócelos, convéncete e inscríbete? Después de correr la primera no querrás parar.
1. Fijarte un objetivo.
Si te cuesta trabajo ser constante en la rutina, ponle un motivo, o sea: una carrera, así no sentirás que simplemente corres en la misma dirección día tras día.
2. El ambiente.
Entre los participantes existe compañerismo y empatía pero también los asistentes que no están precisamente corriendo, sino mostrando apoyo moral desde los costados, llegan a ser tan enérgicos que sin duda te darán los ánimos y la fuerza para terminar la carrera.
3. Pretexto para reunirte con tus amigas.
Tal vez no se vean para entrenar diario, pero pueden formar un equipo para el día de la carrera e incluso, si les gusta resaltar, ponerse un distintivo súper girly, puede ser desde el mismo top.
4. La foto y la medalla.
No lo neguemos, te emocionará tener un registro de tu primer récord, eso te motivará a ser mejor en la siguiente y ¿una medalla? Ten cuidado porque son adictivas, así que cada vez querrás más.
5. Un reto mental.
Es un hecho que necesitas ser constante en tus entrenamientos para agarrar condición física y un ritmo adecuado, pero una gran parte del trabajo la tiene tu cerebro, concéntrate en lo verdaderamente importante, libera tu mente del “no puedo"o “no aguanto” y te sorprenderán los resultados.
Estas son solo algunas razones que te damos para que no dejes pasar más tiempo y empieces a prepararte, además hay carreras desde 5k, hasta el mismísimo maratón (48k). ¡Tú decides con cuánto quieres empezar!