Diariamente, estamos expuestas a sustancias químicas que pueden afectar nuestro cuerpo de maneras inimaginables. Entre los cuales, uno ha ganado mucha popularidad en redes, los famosos disruptores endocrinos. Si has escuchado de ellos o esta es la primera vez y te gustaría entender cómo pueden afectar a tu cuerpo, aquí te explicamos lo que necesitas saber.
Su impacto en el organismo puede variar, pero en cantidades elevadas, pueden causar un daño significativo. Pero antes de entrar de lleno en este tema, es importante tener presente que el sistema endocrino es el encargado de regular nuestras hormonas, que controlan desde el metabolismo hasta la fertilidad.
Ahora bien, los disruptores endocrinos afectan a este sistema al imitar, bloquear o alterar la producción y funcionamiento de las hormonas naturales. Es decir, pueden hacer que el cuerpo reciba señales equivocadas, lo que con el tiempo puede traer problemas de salud.
La exposición prolongada a estos químicos se ha relacionado con alteraciones en el ciclo menstrual, dificultades para lograr un embarazo y aumenta el riesgo de endometriosis. También pueden influir en el metabolismo, aumentando el riesgo de obesidad y diabetes tipo 2, además de afectar el desarrollo hormonal. Incluso hay investigaciones que sugieren que pueden influir en la salud mental, afectando el estado de ánimo y las funciones cognitivas.
Los disruptores endocrinos están en muchos productos de uso diario. Por ejemplo, el bisfenol A (BPA) y los ftalatos, se encuentran en envases plásticos y recipientes para comida. También cosméticos y productos de skincare contienen parabenos, los cuales también tienen efectos en el sistema hormonal. Los pesticidas en frutas y verduras pueden ser otra fuente de exposición, al igual que ciertos productos desechables para la menstruación.
Afortunadamente, hay cambios que puedes hacer para reducir la exposición. Puedes empezar a optar por envases de vidrio o acero inoxidable en lugar de plástico para guardar comida y bebidas calientes. Es importante empezar a poner atención a las etiquetas de productos de higiene personal para evitar ingredientes como parabenos y ftalatos.
Empezar a consumir alimentos orgánicos puede ayudar a reducir el consumo de pesticidas, y por otra parte, explorar alternativas como las copas menstruales ayudan a disminuir la exposición a químicos en productos menstruales.
Aunque hoy en día es casi imposible evitar por completo los disruptores endocrinos, estar informadas y tomar decisiones más conscientes nos permite minimizar su impacto en nuestra salud. Pequeños cambios en nuestra rutina pueden hacer una gran diferencia a largo plazo.
