No te pierdas la entrevista que tuvimos sobre el cáncer de mama con Adriana Azuara, una de las principales representantes de Wellnes for Cáncer en Latinoamérica
Con el objetivo de generar conciencia y sensibilizar a la población general sobre esta enfermedad, este 19 de octubre se celebra El Día Internacional del Cáncer de Mama. Adriana Azuara, una de las principales representantes de Wellnes for Cáncer en Latinoamérica, platicó con Cosmopolitan y nos compartió su expertise en el tema.
Adriana es la primer mujer mexicana reconocida como Latinamerican Wellness Leader, Key Supporter para México del Global Wellness Day, representante de Wellness for Cáncer en Latam, reconocida como una de las 100 mujeres más poderosas de los negocios por la revista Expansión y quien recientemente fue homenajeada por Barbie, al elegirla como una de las 12 Roles Models, una campaña que busca inspirar a las siguientes generaciones de lideres femeninas.
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C: ¿Las emociones, tanto negativas como positivas, influyen en cómo avanza la enfermedad?
A: Claro que se van a ver afectadas las emociones, y esto va a afectar la calidad de sueño de la personas enferma. Si no duermes bien, tu cuerpo no se regenera ni se recupera de la fatiga de los tratamientos, y esto a veces se confunde con depresión. Las emociones negativas afectan tu calidad de vida completamente, y por lo tanto la recuperación puede ser más lenta. En el momento en que una persona es diagnosticada con cáncer, empieza un momento de ansiedad y estrés porque dejan de tener control. Desgraciadamente, en el momento en que tenemos un diagnóstico de cáncer pareciera que tenemos ya un fin de vida. Actualmente, gracias a la tecnología y a los avances, ya hay una forma en que no es un diagnóstico en donde ya te estén dando por muerto. Sin embargo, hay que entender que la persona que es diagnosticada ya no tiene el control sobre sí mismo, entonces empieza a presentar una serie de emociones y estrés que va a afectar su sueño, su parte mental, y después, debido a los tratamientos, su físico. Va a dejar de ser la persona que era antes para aceptar su nuevo cuerpo, su nuevo estilo de vida, porque hay que entender que el cáncer puede ser una enfermedad que no se va nunca de tu vida. El miedo de la gente alrededor del enfermo también juega un papel fundamental, porque no saben cómo reaccionar. Lo más importante es entender que a las personas hay que acompañarlas y mirarlas con compasión.
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C: ¿Crees que la mente pueda ayudar al cuerpo a librar la batalla contra el cáncer?
A: Yo creo que en mi evidencia de vida científica no hay nada que nos diga eso; yo creo que eso es un juicio que emitimos desde un punto muy severo, porque nadie tiene la culpa de tener esta enfermedad que viene del ADN. Desgraciadamente, el 95% del cáncer que hay en el mundo es por estilo de vida, solo 5% es un factor hereditario. No se trata de no tener una mente poderosa, yo creo que el mayor aliado que podemos tener en ese momento son las herramientas que nos da el mundo de la medicina, para poder ir caminando de la mano de esta enfermedad sin juicios y sin meter esa presión de que tú controlas tu mente. Es un juicio muy severo.
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C: Se cree que el origen del cáncer de mama está relacionado con situaciones estresantes y represión de sentimientos, ¿qué tan cierto es esto?
A: Nosotros no tenemos evidencia científica sobre esto, entonces jamás podríamos aseverar esta situación, porque entonces otra vez es echarle la culpa a la persona: “Esto te pasó por rencorosa”. Y no, esto puede pasarle a cualquiera y no sabemos en qué momento se detona la enfermedad, porque todos tenemos células cancerígenas en el cuerpo. La evidencia científica no ha demostrado nada de eso. No me parece bien juzgar a la persona de tener esa enfermedad por no tener control sobre sus emociones.
C: ¿Cómo puede una persona apoyar emocionalmente a un ser querido con cáncer de mama durante y después de la enfermedad?
A: Lo más importante es no verla con lástima y entender que el cáncer no define a esta persona; esa persona quiere sentirse normal y acompañada. ¿Qué puedes hacer? Regalarle un kit de meditación, un kit de aromaterapia, acompañarla a unas clases de yoga, hacerle sentir que estás presente en su vida sin emitir juicios, simplemente acompañándola en este proceso que está viviendo. Lo peor que una persona puede hacer es dar consejos. Lo mejor que podemos hacer es acompañar, es estar, es hacer sentir a esa persona lo más normal posible.
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C: ¿Es importante buscar ayuda psicológica tras el diagnóstico de cáncer de mama?
A: Es importante hacerlo. Tu vida se transforma porque pierdes el pelo, ganas peso, tu piel envejece, presentas fatiga; hay tantas cosas que pasan alrededor de ti que buscar ese apoyo emocional yo lo considero muy necesario. Hay muchos grupos de apoyo y movimientos que pueden ayudarte con la parte emocional y entender por lo que estás pasando.
C: ¿Qué mensaje le mandas a aquellas personas que actualmente están cuidando a una persona enferma de cáncer?
A: No hay nada como el mindfulness; la meditación me ayudó muchísimo. Yo tengo una plataforma gratuita que se llama @medita.luna en donde meditamos y hacemos cosas con la luna. Para mí esto fue una de mis grandes herramientas y me encantaba meditar con mi mamá, con quien utilicé todas las herramientas que había adquirido durante los últimos años. Le hice sus playlists favoritos, y el tiempo que yo estaba con ella era tiempo de calidad, de disfrutarnos, de acompañarnos, de reírnos o de simplemente a veces estar en silencio y sostener su mano.
