Suenan exóticos, pero ¿a qué nos referimos? Superfoods. El término nos trae a la mente muchísimos alimentos. Varios de ellos son exóticos, otros son difíciles de conseguir y algunos más no nos encantan por su sabor u otra característica. Pero, ¿qué pasaría si te contamos de un superfood que está presente casi en cualquier refrigerador y, muy probablemente, te gusta? De lo que estamos seguros es de que ya lo has probado. ¡Se trata del yogur! Que en su proceso de fabricación, incluye lactobacilos y bifidobacterias necesarios para la fermentación del mismo, y gracias a los cuales se obtiene esa textura cremosa y sabor ligeramente ácido que a tantos les gusta. A su vez, algunos contienen probióticos, microorganismos que tienen la capacidad de realizar distintas funciones, incluso dentro de nuestro organismo. Seguro no lo sabías, pero estos microorganismos lo convierte en un alimento súper nutritivo. Cuando los probióticos son ingeridos y colonizan el intestino, contribuyen a que el sistema digestivo asimile mejor los alimentos como la fibra; colaboran con el movimiento intestinal (1); modulan el sistema inmune (2), manteniendo tus defensas y poniendo a raya a los radicales libres que, entre otras cosas, promueven la aparición de signos del envejecimiento; y ayudan a la piel a verse increíble, ya que fomentan una mejor respuesta ante los rayos UV, que tanto daño provocan (3). Estas son solo algunas de las tareas que los probióticos realizan en el cuerpo y por las cuales se habla más y más de ellos. No son funciones nuevas, pero es hasta ahora que se tiene mayor conciencia de su labor. Los beneficios de los alimentos con probióticos son muchos y si incluyes en tu dieta habitual cualquiera de los productos que los contienen, contribuirás a que el cuerpo se sienta mucho mejor y luzcas de maravilla. ¡Disfrútalos!
