“El consenso es que estamos haciendo demasiadas”, dice la ginecóloga y consultora de Cosmo, la Dra. Jennifer Ashton. El Dr. Neel Shah, profesor asistente de ginecología y obstetricia de la Escuela de Medicina de Harvard y director del Delivery Decisions Initiative de Ariadne Labs, añade: “La mayoría de las mujeres saludables son capaces de tener partos vaginales”.
Por eso las estadísticas son alarmantes: las cesáreas han incrementado casi un 500% desde 1970 y podrán constituir el increíble 56% de los nacimientos en 2020, de acuerdo con un estudio. EL PROCEDIMIENTO NO TAN RUTINARIO Como cualquier cirugía, las cesáreas conllevan riesgos como una hemorragia e infecciones, dos causas principales de muertes maternales. Cerca del 90% de las mujeres que han tenido una cesárea realizarán otras para sus próximos hijos, donde cada vez la cicatriz se reabre, y el riesgo de complicaciones aumenta. Lo particularmente atemorizante es la placenta adherida, que ocurre cuando ésta (la cual alimenta al feto) se adhiere a la cicatriz de la cesárea, amenazando con hemorragias masivas. “Esto se ha convertido 1,200% más común en una generación”, explica el Dr. Shah, “y se debe completamente a las cesáreas”. EL INESPERADO CULPABLE Sería fácil culpar a los ginecólogos, quienes quieren apresurar las cosas, debido a que es un proceso mucho más rápido. (Incluyendo el trabajo de parto, los nacimientos vaginales pueden durar días, mientras que una cesárea dura una hora y puede ser programada con anticipación). Eso puede ser cierto para muchos doctores, pero hay innumerables factores en juego, incluyendo la obesidad epidémica y el miedo del ginecólogo a ser demandado. De hecho, muchos doctores consideran la cesárea como la opción más segura, ya que el procedimiento evita las variables complejas involucradas en los nacimientos vaginales (contracciones, huesos pélvicos). “En nuestra especialidad, nos hemos convertido en menos tolerantes a los riesgos”, explica la ginecóloga Anastasia Koniaris, del North Shore Physicians Group. Pero evitar los riesgos en el momento puede significar introducir otros más tarde. Sin embargo, las nuevas investigaciones demuestran que el factor más grande no es quien atiende tu parto sino dónde lo tienes: las tasas de cesáreas de los hospitales varían ampliamente de un 7 a un 70%, incluso en la misma ciudad. En un estudio publicado en Obstetrics and Gynecology, el Dr. Shah y sus colaboradores, investigaron por qué el determinante más gran- de para una cesárea no es el estatus médico de la madre, ni su edad, doctor, o la salud del bebé, sino en dónde termine. Una razón: en los hospitales donde no hay cuartos extra ni suficientes enfermeras, el equipo puede preferir una cesárea durante los picos de tránsito de pacientes. La comunicación (o falta de) también es un problema. Cuando las cosas se comienzan a complicar (lo que sucede a menudo cuando inicia el dolor intenso del parto), los doctores, las enfermeras y las mamás no se comunican entre sí. Irónicamente, la tecnología que ha hecho los partos más seguros para algunas puede apresurar el proceso de las cesáreas para otras. Las innovaciones como los monitores cardiacos fetales, por ejemplo, han facilitado que el equipo se quede pegado a las pantallas. “Si la información del paciente está en una pantalla, eso significa que las enfermeras no están tan presentes al costado de sus camas”, aclara Ginger Breedlove, PhD, ex presidenta del American College of Nurse-Midwives. Y cuando a veces esos imprecisos monitores muestran un problema potencial, una cesárea parece la mejor solución. EL FUTURO Este año, el Dr. Shah está probando nuevos “planos” para las habitaciones de partos que claramente demuestran el progreso en el trabajo de parto de una mujer. La meta es ayudar a las pacientes a entender lo que está sucediendo para poder expresar sus deseos y motivar a tener una decisión compartida. El Dr. Shah también está creando una guía más clara acerca de cómo debe considerarse la operación. Mientras tanto, hay todavía ciertas cosas que las mujeres pueden hacer para ayudarse a con- seguir el parto que desean (ver el cuadro). El Dr. Shah dice: “Las mujeres deben sentir que tienen la autoridad y las oportunidades que merecen”. CÓMO REDUCIR LOS RIESGOS A veces, la cirugía es necesaria e inevitable. Pero puedes aumentar tus probabilidades de tener un parto vaginal siguiendo estos sencillos pasos: HABLA CON TU DOCTOR En cuanto sepas que estás embarazada, pregunta sus tasas de partos naturales y cesáreas y su filosofía en general. Si no va de acuerdo con la tuya, encuentra uno nuevo. INVESTIGA LOS HOSPITALES Puedes investigar qué cantidad de cesáreas ocurren en cada hospital, esto lo puedes hallar simplemente en su website o por teléfono. MANTENTE SALUDABLE Un estudio del 2017 reveló que una dieta saludable y el ejercicio moderado durante el embarazo redujeron las probabilidades de las mujeres para terminar con una cesárea. LLEVA A TU REPRESENTANTE Si estás preocupada porque no serás capaz de hablar por ti, dile a tu mamá, a tu mejor amiga, o a tu pareja que te acompañen para que tu voz sea escuchada.
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TRADUCCIÓN: ITZCÓATL YEDRA HERNÁNDEZ.