Aunque no lo creas, es mucho más común de lo que imaginas; hay mujeres que se sienten apenadas por tener los senos grandes y ¡no debería ser así!
Hay muchas mujeres que les cuesta trabajo aceptar su cuerpo tal y como es; esto se debe a que las redes sociales han potencializado la falta de amor propio ya que la mayor parte del tiempo, las personas viven comparando sus vidas con las de los demás. Para algunas personas resulta difícil de creer; pero existen mujeres que se sienten avergonzadas por tener los senos grandes, si tú perteneces a este grupo, continúa leyendo para dejar de sentirte mal contigo misma.
Razones por las que debes dejar de sentir vergüenza por tener los senos grandes
Lo primero que es necesario hacer, es un trabajo de introspección para poder determinar los motivos que provocan esa sensación en ti, por ejemplo; según un estudio realizado en Reino Unido, la razón más común por la que las mujeres sienten pena de tener senos grandes, es que desde pequeñas siempre fueron hipersexualizadas por los hombres, por tal motivo, son más vulnerables a sufrir cualquier tipo de acoso.
Vivimos dentro de una sociedad que ha sido educada sexualmente a través del porno, y en esta industria, las mujeres que tienen los senos grandes son consideradas “sexys”; sin embargo, hay un grupo de chicas que no soportan que se les ponga esta etiqueta, pues de alguna manera, comienzan a verlas como un objeto sexual.
Las operaciones estéticas
Cada vez es más común que las mujeres se sometan a una operación de reducción de senos; este procedimiento quirúrgico consiste en extirpar parte del tejido mamario y la piel para reducir los pechos y acomodar el pezón para que se vean naturales.
La ventaja de someterse a este procedimiento es que algunas mujeres comienzan a aceptar su cuerpo después de realizarse esta reconstrucción. Esto pasa porque de alguna manera, ya se sienten cómodas con su físico.
¿Qué hacer para aceptarme?
El camino del amor propio está lleno de altas y bajas, ¡no es un proceso lineal!; para lograr aceptar tu cuerpo es necesario que comiences a verlo como un templo sagrado que te permite moverte y vivir. Si consideras que debes pedir ayuda, puedes visitar a un especialista, así lograrás identificar los motivos por los que no te amas y poco a poco trabajar en ellos hasta que te mires al espejo sin miedo a que no te guste lo que ves.