Es más común de lo que creemos: las relaciones sentimentales basadas en la dependencia emocional o el miedo a la soledad superan por mucho a las que se basan en el amor verdadero…
Si aún no sabes cuál es la diferencia entre una relación basada en el amor y el respeto o la dependencia emocional y el miedo a la soledad, es momento de que pongas atención a las señales y aprendas a ejercitar tu mente para lograr relaciones más estables, duraderas y satisfactorias.
Nadie niega que cuando se trata de una relación de pareja habrá desencuentros, discusiones y diferencias inevitablemente, ya que no se trata de vivir en un mundo de fantasía donde todo es miel sobre hojuelas, sin embargo, la manera en la que ambas partes resuelven esas dificultades habla mucho del verdadero motivo que fundamenta su relación.
Probablemente te estarás preguntando cuáles son las características que diferencian a una relación basada en el amor real de las que están construidas sobre la dependencia emocional, sigue leyendo para descubrir en dónde está tu relación y cómo cambiarle el rumbo.
Estas son las características de una relación sana basada en el amor
Suena a lugar común, pero es verdad: las relaciones sentimentales sanas y basadas en el amor verdadero se distinguen por tener comunicación efectiva, comprensión, confianza, respeto y admiración por la pareja, en consecuencia, las personas involucradas en este tipo de relaciones experimentan la seguridad de saber que, aunque se muestren vulnerables ante su pareja no corren el riesgo de salir lastimadas, al menos no dolosamente porque una de las características más notables de las relaciones sanas es que se guían por los cuidados mutuos y responsables.
Síntomas de que estás en una relación basada en la dependencia emocional
Es probable que, si estás dentro de una relación basada en la dependencia emocional, justifiques los siguientes comportamientos, pero debes realizar un ejercicio de introspección para valorar si es o no es.
- Has tenido que alejarte de amigas o familiares para no tener conflictos con tu pareja.
- Más de una vez tu pareja te ha faltado al respeto.
- Justifica sus errores en que ‘así es y no va a cambiar’.
- Al tener discusiones importantes, ambos mencionan hechos del pasado que estaban aparentemente solucionados.
- Prefiere planear salidas con sus amigos antes que contigo.
- Ya no celebran las fechas especiales como solían hacerlo al principio.
- Te sientes ansiosa, triste o enojada con esa relación.
- No han perdonado, pero han pasado por alto infidelidades, mentiras o traiciones.
Estas son las actividades mentales que debes emplear para no tener dependencia emocional
Sabemos que suena muy sencillo, pero en ocasiones ni siquiera nos damos cuenta cuando estamos en medio de una relación basada en la dependencia emocional y el miedo a la soledad, sin embargo, una vez que te des cuenta estás más cerca de ver la luz implementando ejercicios de autocuidado:
- Mejora tu autoestima: para fomentar relaciones sanas es necesario crear un lugar sano para ti misma en tu interior. El amor propio y la autocompasión son indispensables en este proceso, por ello, te sugerimos aventurarte al mundo de la meditación.
- Bastan 15 minutos diarios para poner en práctica este nuevo hábito y es que siempre hablamos de autoestima y amor propio, pero realmente nadie te enseña de dónde partir y hacia donde caminar.
- Aunque puedes realizarla en cualquier momento del día, te sugerimos llevarla a cabo antes de dormir o al despertar. Incluir aromaterapia en tu meditación también será de gran ayuda, particularmente aromas como la rosa, el jazmín o el cedro.
Otras alternativas para reforzar la autoestima
La escritura terapéutica también es una gran aliada para estimular nuestra autoestima ya que a través de ella podemos externar íntimamente nuestras preocupaciones y reflexionar sobre el curso de nuestra vida, implementarla en tu día a día a través de un diario es ideal para ponerle perspectiva a los problemas.
Recuerda llenar tu rutina diaria de afirmaciones positivas, por ejemplo, si tuviste un error en el trabajo no te trates con rudeza, mejor di: ‘lo puedes hacer mejor la próxima vez’. Aunque no lo creas, el cerebro es poderoso y más vale tenerlo a tu favor de ahora en adelante.