El embarazo es una de las etapas más emocionantes, pero también puede traer algunos desafíos. Aunque generalmente se piensa que el bienestar de la madre depende únicamente de sus hábitos y salud, los hombres también tienen un rol importante, incluso genéticamente hablando.
La información genética del hombre influye directamente en el desarrollo del embarazo, especialmente en condiciones como la preeclampsia, un trastorno caracterizado por presión arterial alta y daño en órganos como los riñones.
Investigaciones han mostrado que ciertas variantes genéticas transmitidas por el papá pueden incrementar el riesgo de preeclampsia en la mamá. Por ejemplo, genes relacionados con el desarrollo de la placenta y la adaptación del sistema inmunológico de la madre al feto tienen una conexión directa con el material genético masculino.
Además de la preeclampsia, otras condiciones como diabetes gestacional o enfermedades autoinmunes pueden estar influenciadas por la genética paterna. Esto no significa que el papá sea el responsable directo, pero su herencia genética puede ser un factor. Hablar abiertamente sobre antecedentes familiares con el médico ayuda a prevenir o manejar posibles complicaciones.