Los últimos días del año son perfectos para reflexionar y recapitular constantemente acerca de todo lo que se vivió a lo largo del año, son días de mayor tranquilidad, compartir en familia, descanso y muchas veces es también el momento perfecto para empezar a definir cuáles son los compromisos que asumiremos con mucha responsabilidad en el año que está por comenzar.
Para el recibimiento del nuevo año existen tradiciones bien marcadas, algunas más supersticiosas que otras, pero todas ellas con un mismo objetivo: poder asegurarnos buenos augurios durante todo lo que nos espera de año. Para muchos es común lanzarse granos de lentejas encima invocando buena suerte, otros llenan sus maletas de ropa y salen a recorrer las calles deseando poder viajar muchas veces durante el año, algunos usan calzoncillos amarillos y guardan billetes de alto valor en su monedero para atraer la prosperidad, en mi caso, con mucha superstición, toda mi familia empieza a comer 12 uvas unos 10 minutos antes de las doce de la noche y los deseos solo se cumplen si han sido nombrados previo a la llegada del nuevo año.
En fin, lo que todos más anhelamos es comenzar el año con pie derecho y enfocarnos en cumplir todas las metas que nos planteemos. Ahora bien, ¿cuál es la mejor manera de establecer esos planes? Hoy quiero compartirles 5 consejos para que nuestras resoluciones del 2024 sean más aterrizadas y concretas que nunca antes y así a final de año podamos darlas todas por cumplidas.
Alisten sus cuadernos y comencemos a manifestar:
Por: Amanda Dudamel
@amandadudamel
Manual para ahora SÍ cumplir tus propósitos del 2024
1. Debemos plantearnos metas que sean sanas y reales
Lo más común cuando se trata de nuevos objetivos es imaginar que de la noche a la mañana nuestra vida va a dar un salto 360 y alcanzaremos la perfección de manera inmediata, pero la realidad es que los cambios más saludables son aquellos que van sucediendo progresivamente, porque pensar en los pequeños pasos que podemos ir dando para lograr luego un cambio trascendental permitirá que no haya frustración durante el camino y que sea más sostenible nuestra adaptación hacia un nuevo hábito, un nuevo trabajo o un estilo de vida renovado.
Recordemos que para adquirir nuevos hábitos en nuestra vida se estiman al menos 21 días de práctica consecutiva, así que vamos a vivirlos día a día, enfocándonos en los cambios que progresan lentamente, pero perduran hasta la eternidad.
2. Dividir nuestras metas por categorías nos hará la vida más sencilla
¿Recuerdan ir al colegio y estudiar cada tema en diferentes ‘Materias’? imagínense qué pudo haber sido de nosotros si nos hubiesen bombardeado de información, todo junto, sin división alguna. Muy probablemente ahorita nos sería imposible dominar algún tema. Apliquemos ese mismo formato para nuestras resoluciones de Año Nuevo, definamos cuáles son nuestras metas por categoría (Salud, Trabajo, Finanzas, Amor…) y así le daremos claridad a nuestra mente en el camino hacia ellas.
3. Comparte tus metas en voz alta y añádeles compromiso
Una vez que le contamos a alguien cercano qué es lo que queremos lograr, la responsabilidad aumenta. Es algo inconsciente, pero nos hace sentir más comprometidos con lo que estamos queriendo lograr. Aprovechemos este primer mes del año para compartir nuestras metas con nuestros seres más allegados e invitémoslos de igual manera a compartir las suyas con nosotros. Cuando el compromiso es mutuo, las ganas de lograrlo son aún más grandes, y así durante el año podemos ir haciendo seguimiento y motivándonos a seguir con fuerza hacia eso que tanto anhelamos.
4. No todo debe ser tan rígido, agregar un toque de frescura y diversión es necesario
Otro común denominador es pensar solamente en los retos más exóticos y complicados porque evidentemente queremos sacar el máximo de nuestro potencial a relucir, pero ¿dónde queda la diversión? Dentro de la lista de retos por categorías aprovechemos para escribir también algunos que nos refresque la mente, que nuestro cerebro se va a divertir un montón durante el proceso. Todo en la vida es más fácil cuando estamos disfrutando del proceso.
5. Para el final, lo más retador. Si bien vamos a disfrutar, pues también vamos a lograr eso que tanto deseamos. Dejemos espacio para 1 reto gigante, ese que tu lees y dices “uff, no va a estar fácil, pero va a valer la pena”. En algunas tradiciones asiáticas es común encontrar tradiciones como esta, donde hay que incluir dentro de los retos que nos planteemos tan solo uno de ellos que sea el rey de los retos. Por supuesto, siempre con los pies sobre la tierra, debe ser algo que vaya en línea con quienes somos y lo que hacemos, pero este único reto va a ser aquel que llevará nuestra disciplina y enfoque a su máximo esplendor, y mientras trabajamos arduamente por alcanzar este gran sueño, inmediatamente nuestra mente verá el resto de las metas mucho más sencillas de alcanzar.
Con estos 5 consejos estoy segura de qué tendremos un 2024 lleno de grandes metas cumplidas, pero lo más importante, sé que será un año lleno de disfrute en el camino.
¡FELIZ AÑO!
