Los coágulos —aquellos de textura gelatinosa— durante la menstruación pueden ser completamente normales, pues ayudan a prevenir la pérdida de cantidades muy grandes de sangre, pero también pueden ser un indicio de una afección médica.
¿Cuándo deberías comenzar a preocuparte por la expulsión de coágulos durante tu ciclo menstrual? Primero que nada debes entender la razón por la que se forman coágulos durante tu periodo; suelen originarse cuando la sangre se acumula en el útero o vagina antes de ser expulsada. Esto sucede normalmente durante los dos primeros días del ciclo menstrual, cuando el sangrado es más abundante.
Lo que los coágulos de tu sangrado menstrual dicen sobre tu salud
Si los coágulos que expulsas durante tu menstruación son mayores a 2.5 centímetros, podría ser una señal de alerta para que visites a tu doctor de confianza, sobre todo si estos se hacen presentes de forma frecuente y vienen acompañados de los siguientes síntomas:
- Sangrado demasiado abundante
- Cansancio y fatiga
- Cólicos menstruales incontrolables
¿Qué afecciones médicas podrían indicar los coágulos?
- Endometriosis
La endometriosis es provocada por el tejido intrauterino que se sale de la cavidad e invade órganos cercanos como los ovarios; sin embargo, se vuelve crónico debido a que no tiene forma natural de ser expulsado. entonces, ¿qué pasa? El tejido implantado se inflama, crece, sangra y produce fuertes cólicos que podrían llegar a ser inmovilizantes.
- Mioma o pólipos
Se trata de unas formaciones benignas; un mioma se origina en el músculo uterino y crece en su pared, mientras que un pólipo se forma en la mucosa del útero. Ambos pueden causar sangrado menstrual muy abundante y coágulos de gran tamaño.
- Desequilibrio hormonal
La mala alimentación, los medicamentos con esteroides anabólicos, los anticonceptivos, y la mala alimentación producen alteraciones hormonales, y como consecuencia se puede producir la expulsión de coágulos durante el periodo.
- Adenomiosis
Es una afección que se produce cuando se genera un crecimiento de tejido endometrial en la pared del útero. Los síntomas de esta condición son sangrado menstrual prolongado, cólicos intensos, dolor durante el acto sexual o coágulos de sangre.
Antes de determinar si padeces alguna de estas condiciones, es necesario que te realices un estudio médico.