En esta edición repasamos cosas increíbles de la última década del siglo pasado. Yo, fiel a mi estilo hater, decidí recordar las más terribles dietas de esa época (esperando que nadie siga haciéndolas) y dejándoles dos buenas recomendaciones. Sigue leyendo y recuerda: aprender a comer sanamente siempre es lo mejor.
Por: Alex Villatoro
Ahhh, los maravillosos noventa, esa déca- da que nos dejó a Beverly Hills 90210, Clueless, Pete&Pete y las Spice Girls, un mundo que a la distancia parece muy cercano –si tienes más de 30– pero que fue hace más de 25 años.
Las que no funcionaron, ni funcionan, ni funcionarán
Así como ya no usas tu discman para escuchar música en el gimnasio, igual debes olvidar utilizar este tipo de dietas para perder peso. Siempre lo digo: no hay pastillas ni métodos mágicos que te harán bajar kilos. Dile “adiós” a las recetas milagrosas de tus amigas y “hola” a un nutriólogo que se convierta en tu especialista de cabecera. Ahora sí, amárrate bien esa dona en la muñeca y viajemos a la década de los noventa.
DIETA DE LA MANZANA
Debo aceptar que antes de informarme sobre el mundo de la nutrición y vivir feliz con mi peso y talla, caí en esta trampa llamada dieta de la manzana. Corría el año de 1997 y moría por eliminar peso, como cualquier adolescente, así que mi prima, “la health coach” de la familia, me dijo que comiendo esa fruta todos los días durante un mes podría perder peso casi mágicamente.
Al día siguiente estaba comiéndolas como desesperado, en la mañana, el receso, la tarde y la noche –obvio mezclaba con un poco de canela #PorqueQuema- Grasa– y aunque en mi mente sentía que perdía peso como loco, sí ocurrió pero no fue de grasa y a los tres días ya no quería ver una manzana ni en pintura.
¿QUÉ PASÓ?
Perdí el poco músculo que tenía, el agua de mi cuerpo se fue y la grasa se quedó. Aprendí que una dieta restrictiva basada solo en un alimento es lo peor que puede existir en el mundo, y jamás volví a ver a esta fruta con los mismos ojos.
El consejo del experto
“Un régimen restrictivo no puede funcionar por mucho tiempo, sobre todo si es recomendado por una amiga, las dietas que restringen los alimentos deben ser validadas por expertos en la salud”, afirma Pepe Oliva, nutriólogo deportivo con práctica privada en la Ciudad de México.
DIETA DE LA SOLITARIA
Este régimen, que parece más un mito urbano que una realidad, sucedió a finales de la década –sí, fue un caso real–, principalmente en Estados Unidos, donde las mujeres tomaban pastillas “con elementos naturales” para perder peso y en pocos días se veían los resultados. Muchas vieron en estas pastillas la solución a sus problemas, aunque en realidad el sobrepeso fue lo último en lo que pensaron cuando las famosas pills se salieron de control.
¿QUÉ PASÓ?
Como una película de terror, estas famosas pastillas con elementos naturales eran muy, pero muy naturales: eran huevos de solitaria que anidaban en los intestinos, y la solitaria comenzaba a crecer y a consumir los alimentos que la huésped comía, haciendo que eliminara peso. Obviamente el problema no terminaba ahí, ya que además de pérdida de peso pueden existir otros como anemia, dolor de cabeza y el “pequeño gran detalle” de tener un gusano en el tracto intestinal.
DIETA DE LAS GALLETAS
Está más cercana a Beverly Hills 90210 que a Sex and The City. Al finalizar los 80 e iniciar los 90 las mujeres morían por ser delgadas, sin importar las consecuencias, y fue así como el Dr. Siegal vio una oportunidad de mercado: hacer una dieta turbo restrictiva para bajar de peso. Las chicas comenzaron a comer solo galletas, sí, como lo lees, ¡galletas!
¿QUÉ PASÓ?
La gente empezó a sustituir todos sus alimentos por galletas –desayuno, comida y cena–, que prometían estar “especialmente formuladas” para que no perdieras ningún nutriente mientras hacías la famosa dieta, sintiéndote satisfecha y con fuerzas conforme eliminabas grasa. Claramente esto era una total mentira: cuando las mujeres dejaban de invertir en estas galletas, el peso se recuperaba, ya que la reducción era –como en el primer caso– de agua, músculo y nutrientes, pero la grasa seguía ahí.
Las dietas de los 90 que sí funcionan
No todas fueron malas, de hecho, existen dos que han sido calificadas entre las mejores de los últimos 30 años. La primera es la Atkins o, si recuerdas el 2004, la llamada The Zone, tan famosa que Britney Spears era una adepta de ella hasta casi 2007 y la segunda es una sorpresa... continúa leyendo y lo sabrás.
LA DIETA ATKINS
No es nueva, puesto que apareció en la década de los 60, pero fue casi 40 años después cuando tuvo un revival –por así decirlo–, y fue gracias a Jennifer Aniston que vive, literalmente, haciendo esta dieta desde los 90. De acuerdo con la Clínica Mayo, fue creada por el cardiólogo Robert C. Atkins: “Este régimen limita la cantidad de hidratos de carbono –alias carbohidratos– y se centra en los alimentos con aporte de proteínas y grasa, tiene varias fases para perder peso y mantenerlo, y su meta es conservar un enfoque saludable toda la vida”.
“La dieta Atkins es una de las mejores, de hecho, yo la uso para muchos de mis pacientes que desean perder grasa y mantener masa muscular”, explica Oliva. “Es muy popular y funciona bastante, se han escrito libros sobre ella y sus ventajas, ya que su proósito es crear conciencia a la hora de comer”, agrega.
Entre sus beneficios está que disfrutas la comida, tienes los alimentos necesarios para acumular energía y pierdes peso mientras modificas –para bien y por siempre– tus hábitos alimentarios.
La dieta que te da un experto en nutrición
Es la mejor que puede existir, asimismo, es la que sugieren todos los expertos. Pensada en ti y en tus actividades diarias; incluyeun plan alimentario a la medida, con los requerimientos calóricos y nutrimentales que necesitas. Con esta dieta estamos totalmente seguros que podrás bajar de peso y llegar a la meta de fitness que siempre anhelaste, por ello, visita a un nutriólogo certificado, quien te hará un plan personalizado. La recomendación del experto es:
“Las dietas restrictivas en alimentos deben ser validadas por expertos en la salud”.
“La única forma de saber que un nutriólogo es bueno es cuando escucha tus necesidades, te explica el plan alimentario y no incluye pastillas o la promesa de que bajarás cinco kilos en un mes, ya que la pérdida de peso es controlada y varía de persona a persona; si quieres reducir peso para la boda de tu mejor amiga, comienza la dieta un año antes”, concluye sabiamente Oliva.
P.D. Al escribir este artículo escuchaba Baby Got Back -–una canción muy popular en los 90–y en una parte dice: “So Cosmo says you are fat...”, ¿ves como hemos cambiado? ¡Jamás te diremos que eres gorda! Deja de creer que en el pasado tenían la razón, en especial en las dietas.
