Por irreal que parezca, lo que comemos tiene mucho más que ver con tu deseo sexual de lo que imaginas. A veces, cuando la libido baja sin una razón aparente, la alimentación puede ser uno de los factores que no estamos tomando en cuenta. Según la International Society for Sexual Medicine, la nutrición tiene un impacto directo en la salud sexual, ya que influye en nuestras hormonas, energía, circulación y hasta en el estado de ánimo.
Cuando tu cuerpo recibe los nutrientes adecuados, todo funciona mejor, incluida tu respuesta sexual. Por ejemplo, el zinc es uno de esos minerales clave que muchas veces pasamos por alto, pero que es esencial para la producción de hormonas sexuales. Lo puedes encontrar en mariscos, carnes magras o semillas de calabaza.
También el omega-3 ayuda a mejorar la circulación, algo fundamental para el placer y la excitación. Y no olvidemos la vitamina D, que no solo se obtiene del sol, sino también de pescados grasos o productos lácteos fortificados, y que está directamente relacionada con el equilibrio hormonal.
Ahora bien, así como hay alimentos que favorecen tu deseo sexual, hay otros que pueden jugarte chueco. Las dietas altas en azúcares, pueden alterar el equilibrio hormonal y provocar bajones de energía, algo que inevitablemente se traduce en menor interés sexual.
Los alimentos ultraprocesados, con grasas malas y aditivos, también pueden afectar la circulación sanguínea y generar inflamación, lo que afecta la respuesta física del cuerpo durante la intimidad. Y aunque una copa de vino puede parecer buena idea para relajarte, el exceso de alcohol a largo plazo puede disminuir la sensibilidad y afectar las hormonas que regulan el deseo.
Por eso, si estás buscando sentirte mejor contigo misma y también reconectar con tu sexualidad, una buena forma de empezar es desde el plato. Comer más frutas, verduras, cereales integrales, grasas buenas y proteínas limpias no solo mejora tu salud general, también puede hacer una gran diferencia en tu libido.
