De modo ocasional (o siempre), se siente imposible alcanzar esa gran meta escurridiza: el balance entre trabajo y vida personal. Principalmente porque es cierto. Dar el ciento por ciento dentro y fuera del trabajo es algo irreal y poco viable. Aun así, a las mujeres en particular se les vende la idea que deben encontrar este nirvana profesional-personal, dice Shawn Burn, PhD, psicóloga de la Universidad Estatal de California en San Luis Obispo. “Estos estándares altísimos significan que terminarás con una mentalidad de ‘debería’”. Es decir: Debería desempeñarme perfectamente en mi trabajo. Debería ser la perfecta mejor amiga. Debería ejercitarme diariamente. ¿Te suena esto algo familiar?
La verdad es que pocas personas pueden “tenerlo todo” en este aspecto. Para el resto es momento de dejar de estresarte y comenzar a balancear. Esto significa acomodar tus prioridades de una nueva y no siempre justa manera, ajustando tu vida profesional y personal en periodos más largos, en vez de intentar cumplir con todo en un día, aconseja Jeanne Thompson, directora de la empresa encargada de solucionar problemas, Fidelity Investments. Entonces, por ejemplo, pasa dos semanas intensamente enfocada en una fecha límite en el trabajo, ignorando al resto del mundo. La siguiente semana puedes tener unas vacaciones en la playa (sin responder correos de la oficina) o poner menos esfuerzo en tu trabajo para planear la fiesta sorpresa de aniversario de tus padres. Balancear te permite primordialmente dedicar tu atención y energía a una cosa a la vez, haciéndote más capaz de enfocarte a lo que estás haciendo en ese momento. “Estás ajustando tu atención para ayudarte a lidiar emocionalmente con las exigencias estresantes de tu vida”, afirma la experta. Entonces, ¿cómo te balanceas entre el trabajo, tus amigos, tu familia y un mundo potencial de citas? Sigue nuestros consejos.
1. Estudia el panorama
¿Ubicas ese sueño de llegar al trabajo a las 9 y salir a las 5? Sí, lo sabemos, no sucederá siempre. Así que deja de anhelar ese día. En lugar de eso expande tu perspectiva: ¿Cuánto tiempo has pasado en la oficina y con un millón de distracciones en la última semana, mes o año? Identifica los patrones, y procura anticiparlos para el siguiente año. Por ejemplo: debes saber que cuando estás inundada de pendientes y se acerca un día feriado de descanso, tu vida amorosa, tu rutina del gym y las salidas con tus amigos pueden verse afectadas. Y está bien, dice Thompson, pero en julio prioriza tus citas románticas y fiestas con tus amigos. Al final del mes haz una evaluación de lo que necesites mejorar. Pregúntate: ¿trabajé suficientes horas? ¿cuántas veces vi a mis hermanos? Tal vez generaste mucho dinero, pero no pasaste suficiente tiempo con tu familia.
2. Planea con anticipación
Hace unos cuantos años, Hailey, 33, una manager de proyectos de Boston, decidió que se encontraba lista para una relación seria. Sin embargo, sabía que no sería posible si no organizaba su tiempo para el trabajo tan demandante. Así que comenzó a balancear. Al principio de la semana dedicaba unos días quedándose hasta tarde en la oficina y terminaba las tareas más pesadas. Después tomaba una noche del jueves o viernes para una cita. “No podía enfocarme demasiado en mis reuniones por mi trabajo, pero planeaba con anticipación para que funcionara”, dice Hailey. También bloqueó y canceló ciertas distracciones para ponerse al día con lo que había sucedido en el trabajo por los días que salía temprano para verse con sus prospectos. “Lo facilitó todo”, confiesa. Su puesto no se vio afectado y encontró el amor desde hace dos años.
3. Balance juntos
“A muchas personas que tienen problemas administrando sus prioridades no les gusta pedir ayuda”, dice Burn. “Sienten que deberían ser ca- paces de hacerlo todo”. Pero balancear tu vida funciona mucho mejor cuando alguien te asiste. Tomemos como ejemplo a Ali, 28, quien trabaja en relaciones públicas. Asistió a ocho bodas el año pasado y necesitaba que sus colegas la cubrieran al momento de que salía de la ciudad. Meses antes de cada celebración, preguntó amablemente y se ofreció a hacer lo mismo por ellos. Funcionó, lo que le permitió estar presente para sus seres queridos. Si tus compañeros no son tan flexibles, sé clara con tus compromisos (y tus intenciones de compensar) con tu jefe, dice la consultora Christie Lindor. “Esto te identifica como alguien que toma decisiones con una mentalidad firme”.
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TRADUCCIÓN: ITZCÓATL YEDRA HERNÁNDEZ.