Los traumas son causados por un choque emocional que deja una huella negativa en ti, por lo tanto, no tienen que ser invalidados por nadie, todos los seres humanos estamos librando alguna batalla.
Vivimos en un mundo dónde a las personas les hace mucha falta tener un poco de empatía ante los demás; tristemente nos han obligado a enterrar nuestras heridas emocionales por miedo a exponerlas y que seamos juzgados de forma negativa. Continúa leyendo para conocer una lista de traumas que no deberían ser menospreciados por la sociedad.
Traumas que no deberían ser invalidados
Pérdida de una mascota
A veces, la mayoría de la gente no alcanza a comprender el vínculo afectivo que muchas personas tienen con su mascota; cuando el animal que te acompañó gran parte de tu vida, muere, realmente es como si estuvieras perdiendo un miembro de tu familia. Deberíamos ser más comprensivos ante este dolor y ayudar a quién está pasando por ese duelo en lugar de ridiculizar ese sentimiento.
Una infidelidad
¡Uno de los traumas más comunes!; cuando una pareja te traiciona, no solamente rompe con la relación, también puede llegar a causarte muchas inseguridades que vas arrastrando a tus próximas relaciones. Es necesario que aceptes el daño que te hicieron para poder trabajarlo de la mano de un especialista.
Tener una adicción
Las adicciones están mal vistas por la sociedad, sin embargo, nadie se pone analizar que cada una de ellas es provocada por un vacío creado por un conjunto de traumas; las personas que padecen una adicción, regularmente fueron víctimas de algún evento trágico que marcó su vida. Si todo el mundo se detuviera a pensar antes de juzgar, ¡sin duda cualquier situación sería más fácil!
La infertilidad
¡Nadie decide tener ninguna enfermedad!; sin embargo, muchas mujeres que son infértiles, no se atreven a exponer su situación porque temen ser juzgadas, esto es provocado porque la sociedad sigue pensando que las chicas solo sirven para procrear.
Haber sufrido bullying
Al sufrir bullying piensas que todo el mundo cree que eres débil, por tal motivo, es difícil hablar sobre los traumas que te dejó pasar por esta situación, pero lo ideal, es que entiendas que tú no eres el problema, más bien eres parte de él.
La próxima vez que quieras juzgar a alguien, detente a pensar que cada persona es diferente; nadie reacciona de la misma manera. Respeta los dolores de los demás y si no alcanzas a comprender sus sentimientos, simplemente no hagas ningún comentario al respecto, recuerda que las palabras tienen mucho peso.