Ejercítate y haz feliz a tu perro

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Mata dos pájaros de un tiro, salir a caminar con tu mascota es una actividad del diario, no sólo de fines de semana o vacaciones.

Lo recomendable es que el paseo sea de 30 a 60 minutos diarios. Es posible variar el tiempo: unos días podrás salir 40 minutos, otros sólo 25 el chiste es que salgas a caminar, quemes calorías y disfrutes al máximo de tu mascota.

Tu energía es la pauta Lo elemental para que este lapso sea de gozo y no estresante es que tú siempre seas la líder. Los perros te permiten vivir el momento, y el tiempo que pases con ellos ayudará a conectarte con tu lado espiritual. Este espacio, además de ponerte en forma, te servirá para reflexionar, darte un buen respiro y ponerte en orden.

Al salir de la puerta de tu casa, hazlo primero y luego llama a tu mascota. Lo mismo cuando regresen: primero entra tú y luego él. De esta manera le enseñas que eres la líder y que él te tiene que seguir.

La palabra energía es básica en la caminata. Los perros distinguen cómo te encuentras, cómo te sientes, si existe nervio, si estás en paz? Ellos perciben cualquier estado de ánimo, por eso importa mucho que te sienta segura y firme en lo que haces en cada paso.

Si quieres llevar tu condición y la de él un paso más allá, puedes correr con tu mascota, pero primero tendrás que haber perfeccionado y dominado las caminatas logrando que tu energía sea la que dé la pauta a tu mascota de lo que debe hacer ?esto puede tomar más de dos meses?. De lo contrario, podría salir disparado y tú detrás de él a un ritmo totalmente fuera de tu capacidad.

La caminadora: Llueva, truene o relampaguee, las necesidades de tu perro no cambian: debe activarse y hacer su rutina acostumbrada. Y la caminadora es una excelente opción si el clima te impide pasear en el exterior. Para que pueda entender y adaptarse a un ritmo de caminata, digamos, ?artificial? y sobre el mismo lugar, es necesario que, con su correa puesta todo el tiempo y bien tensada por tu mano, empiecen a un ritmo muy lento; deberá irse adaptando al ruido del aparato y al movimiento, y poco a poco podrás subir la intensidad. Seguramente querrá bajarse enseguida, pero no te rindas y enséñale pacientemente; recuerda que tú eres la líder, tú tienes el control.

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