Aunque son grandes aliadas contra los embarazos no deseados, las pastillas anticonceptivas tienen un efecto secundario del que nadie advierte y que es importante saber
Para las mujeres existen muchas opciones de cuidados anticonceptivos, aunque todos tienen uno o más efectos secundarios sobre la salud sexual y reproductiva, por ejemplo, se tiene registro de que el uso de DIU puede ocasionar lesiones en el cuello cervical, sin embargo, poco se habla de las posibles alteraciones que puede sufrir el cuerpo de las mujeres por el uso desinformado de anticonceptivos.
Hoy en Cosmopolitan tenemos para ti el más reciente descubrimiento sobre las pastillas anticonceptivas y uno de los efectos secundarios más comunes y peligrosos después de largos periodos de uso.
Los efectos secundarios más peligrosos de las pastillas anticonceptivas
Cabe destacar que las píldoras anticonceptivas tienen un nivel de eficacia de hasta el 98% siempre y cuando se siga el tratamiento de forma rigurosa, no obstante, este método anticonceptivo no representa ninguna protección contra infecciones de transmisión sexual.
Aunque los tratamientos más comunes obligan a ingerir 21 pastillas al mes dejando descansar 7 días al organismo, algunos estudios recientes revelan que ese periodo de tiempo de descanso no representa una disminución importante en los efectos secundarios que pueden presentarse con la ingesta de pastillas anticonceptivas entre los que destacan:
- Sangrado mientras se toman las píldoras
- Sensibilidad en las mamas
- Dolores de cabeza
- Náuseas
- Hinchazón abdominal
- Aumento de la presión arterial
- Coágulos sanguíneos en las piernas, llamados trombosis venosa profunda.
- Ataque cardíaco y accidente cerebrovascular, sobre todo si fumas.
- Trastornos hepáticos.
Recientemente, un conjunto de estudios de observación revelaron que las pastillas anticonceptivas aumentaron el riesgo de desarrollar cáncer de mama y cuello uterino, mientras que redujeron las posibilidades de contraer cáncer de endometrio, ovario, colon y recto, cabe destacar que, aunque su uso no es concluyente ni deriva como tal en dicho padecimiento, los hábitos de vida como la alimentación, el consumo de tabaco y alcohol, así como los antecedentes genéticos participan en un posible diagnostico.
Por ello, se sugiere que acudas al especialista para que pueda prescribir el tratamiento anticonceptivo ideal para ti de acuerdo con tu estilo de vida y tus antecedentes médicos.