Cuando abusamos un poco de las bebidas alcohólicas, el día siguiente suele ser difícil. Y para para sentirnos mejor, generalmente la única solución que tenemos es comer comida rápida, o mejor, que nos la traigan directamente a nuestras puertas. ¿Por qué? La ciencia dice que es totalmente normal.
Abres un ojo con dificultad, luego lo cierras, tus excesos del día anterior te impiden levantarte. Lo único que te saca de la cama es el antojo de una triple Whopper, pollo frito o una Big Mac. Como te entendemos…
¿Por qué quieres comida rápida después de beber?
Ten la seguridad de que no está sola, sino que incluso es perfectamente normal. El Dr. Simic le dijo a nuestros colegas de The Daily Mirror porque cuando estamos crudos, todo nuestro cuerpo pide papas fritas, hamburguesas, pizzas y otras comidas grasas.
Al parecer se combinan dos fenómenos. Beber mucho (demasiado) alcohol conduce a una deshidratación general del cuerpo que te empuja a comer cosas dulces, para darte energía y salados, para reparar el agua en tu cuerpo. La combinación perfecta (y terrible) de los menús de nuestra comida rápida favorita.
Por otro lado, el alcohol es muy calórico, cuando uno consume una gran cantidad de golpe, durante el siguiente día, el cerebro tiende a pedir más calorías.
¿Qué comer después de una borrachera?
Como es de esperar, correr hacia un restaurante de comida rápida no es para nada la mejor idea de la noche. La sal y el azúcar deben comerse con moderación.
Es mejor preferir un desayuno (o almuerzo, no te juzgamos si te despiertas tarde) rico en minerales. Por lo tanto, debes combinar frutas, verduras y líquidos para rehidratar tu cuerpo. Plátanos, cítricos, lentejas o frijoles blancos, y agua, mucha agua. Una ingesta de proteínas también es beneficiosa, en forma de huevos, por ejemplo.
Si no tienes ganas de comer una comida completa, simplemente consume frutos secos.
Y no lo olvides, para no sufrir demasiado al día siguiente, lo mejor es que bebas con moderación, comas durante la noche y bebas agua entre cada vaso de alcohol.
