El aumento en el consumo de vapeadores está relacionado con diversos daños a la salud sexual como disfunción eréctil, infertilidad y abortos espontáneos…
Tan sólo en los últimos 5 años, el consumo de vapeadores en todo el mundo ha tenido un aumento significativo encabezado por adolescentes de 15 a 17 años debido a que estos dispositivos son de muy fácil acceso para menores de edad, esta situación pone en alerta a autoridades, especialistas y padres de familia debido a que los vapeadores suministran en dosis muy altas las mismas sustancias que contiene un cigarrillo tradicional.
Desafortunadamente, las regulaciones a estos productos no han sido muy claras ya que se importan, a veces de manera clandestina, de diversas partes del mundo como China e Indonesia.
En promedio, estos dispositivos pueden suministrar hasta 300 vapes con sustancias como nicotina, saborizantes y toxinas que, además de cáncer, pueden provocar otros daños irreversibles a la salud sexual y reproductiva.
Principales daños a la salud sexual y reproductiva causada por los vapeadores
Al contener cientos de sustancias de origen desconocido y no contar con regulaciones sanitarias ni comerciales, los vapeadores representan un peligro inminente a la salud sexual y reproductiva.
El consumo de vapes afecta principalmente al sistema circulatorio y la dilatación de las venas y arterías, por lo que tiene un grave impacto en la sexualidad de hombres y mujeres:
- En hombres: Disfunción eréctil, daño en el desarrollo y funcionamiento de las células reproductivas, estrés oxidativo, pésima calidad de semen y espermatozoides.
- En mujeres: disminución de la libido y la lubricación, dificultades para lograr un embarazo y en caso de lograrlo hay un daño irreversible en el genotipo y el fenotipo del bebé, abortos espontáneos, partos prematuros y muerte del recién nacido.