Según un estudio estadounidense, no respetar tu ritmo natural de sueño podría afectar nuestra manera de comportarnos con los demás.
No cualquier persona es madrugadora. Todos tenemos un reloj interno, un ritmo de sueño que se llama científicamente cronotipo, que afecta nuestra capacidad de levantarnos temprano por la mañana o acostarnos tarde por la noche.
Los seres humanos se dividen en tres categorías: búhos, que están llenos de energía por la noche, alondras, que se activan al amanecer y diurnos, que se encuentran en el medio. De acuerdo con al ciencia, llegar a interrumpir este ritmo natural por una razón u otra sería peligroso para nuestra salud mental.
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No respetar tu cronotipo es peligroso para tu mente
Según un estudio publicado en la revista científica estadounidense Sage Journal, no respetar tu cronotipo sería malo para nuestra salud mental. Levantarse temprano cada mañana cuando eres búho o forzarte a ti misma a acostarte tarde cuando eres una alondra vendría a jugar un rol importante en nuestra forma de comportarnos con los demás.
Por lo tanto, según el estudio, cuando nos obligamos a permanecer despiertos cuando queremos dormir, nuestros valores sociales se ven afectados negativamente. “La investigación sugiere que estás más inclinado a participar en comportamientos poco éticos y desviados, como ser grosero, intimidar colegas o incluso robar”, dijo la periodista científica Linda Geddes en un discurso a finales de mayo. Además, dormir poco (menos de seis horas) también reduciría nuestros niveles de glucosa en la corteza cerebral, la región del cerebro responsable del autocontrol.
Rebelión
Las alondras siempre han sido favorecidas en nuestra sociedad: la escuela y el mundo laboral alientan a los que se levantan temprano, para desesperación de los noctámbulos.
Para Linda Geddes, es hora de rebelarse contra este órden establecido: “Sería una forma de nivelar el campo de juego, mejorar la productividad y el estado de ánimo de todos. Tal enfoque podría crear una sociedad más armoniosa y más moral”.
Este artículo fue originalmente publicado en Cosmopolitan Francia
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