Deslízate hacia la neutralidad en tu cuerpo

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El movimiento body positive está más fuerte que nunca, pero algo más se está formando dentro de la esfera de la confianza en ti misma. Con ustedes, la neutralidad corporal. Por Emily Reynolds “Cada paso, sin importar la velocidad, es progreso”, dicen por ahí. “Quiero estar en paz y aceptar cómo me veo”, dice alguien más. Son declaraciones razonables, alcanzables y sensibles. Y ese es precisamente el punto. El lenguaje del amor a tu propio cuerpo está cambiando. En medio del rugido del positivismo (las activistas, los páneles, los memes, etc.) un fenómeno más sutil, pero no menos poderoso, está ocurriendo: el reconocimiento de que no todo mundo puede lograr tan fácilmente gritar a los cuatro vientos que está orgulloso con su cuerpo; que, a veces, simplemente tolerarlo es una batalla. Esta es la premisa de la neutralidad corporal (body neutrality), una ideología que prioriza la aceptación básica. Para entender cómo llegamos aquí, ayuda saber de dónde venimos. Se piensa que el término “body positivity” se acuñó en 1990 por las activistas Connie Sobezak and Deb Burgard. Ganó tracción en internet, en donde la comunidad comenzó a utilizar plataformas digitales para compartir lo que pensaban, lo que sentían, sus anhelos y ansiedades sobre sus cuerpos. Solo para algunas, la idea de amar, o incluso que les gustara, su cuerpo era una meta demasiado ambiciosa. En los años recientes, la neutralidad corporal ha surgido como una alternativa para quienes más lo necesitan, aquellas cuya confianza en sí mismas se ha visto disminuida por el impacto de los medios y los estándares poco realistas en los que vivimos últimamente. BODY NEUTRALITY, ESE PUNTO MEDIO QUE NECESITABAMOS Desde los clásicos complejos sobre los kilos extras o esas estrías que (spolier nunca desaparecerán) hasta los que realmente están en nuestra mente después de consumir tantos medios que nos dicen que no somos lo suficientemente buenas o hermosas, todo esto se va guardando en una parte de nuestros cerebros que poco a poco deben ir cambiando. “Me atemorizaban los grandes castings y cómo percibirían mi cuerpo. Asumía que la ropa no me quedaría y que decepcionaría al cliente, aunque esto raramente pasó”, explica una modelo NewYorkina. Sin embargo, el encontrar en twitter el término “body neutrality”, incitó un cambio en su manera de pensar. “Para mí, ‘body neutrality’ me dio permiso de librarme del doloroso esfuerzo de perseguir un cuerpo ideal inalcanzable; sin presiones. No podía simplemente pasar de preocuparme porque mi cuerpo se veía desagradable y de pensar que estaba fallando de alguna forma, a amar cada centímetro de mí. El ‘body neutrality’ era ese punto medio. Era decir, ‘esto está bien: soy afortunada de tener un cuerpo saludable en general y me voy a calmar un poco’”. METAS CORPORALES Este punto medio parecía ser útil; un recordatorio de que la imagen corporal es un trabajo en progreso. “No amar, ni odiar, por completo tu cuerpo, puede ser un paso importante para lograr romper el paradigma del blanco/negro, bueno/malo, maneras polarizadas de pensar que a menudo acompañan a los problemas corporales,” explica Stella Stathi, psicóloga con especialidad en imagen corporal. “Te puede dar un objetivo que no te haga sentir abrumada o te parezca imposible, pero que seguirá siendo un avance importante”. Para Rebecca, adoptar una postura neutral no solo fue más fácil de lograr, también la encaminó hacia un lugar más ‘body positive’. “Primero, dejé de despertarme a las cinco de la mañana para asistir a una clase llena de mujeres más delgadas que yo. Luego, dejé de preparar la misma ensalada de siempre y comencé a cocinar bajo los principios del Ayurveda, lo que nutrió mi cuerpo y me hizo sentir bien. Comencé a hacer barre y yoga, lo que realmente me gustó, y empecé a apreciar mi cuerpo por lo que era capaz de hacer, en vez de por cómo se veía”. De esta ma- nera, el ejercicio puede ayudar incluso a quienes tienen una percepción de su cuerpo realmente mala a llegar a un punto neutro. Hanna Lewin, entrenadora personal, sólo trabaja con mujeres y utiliza el principio de ‘body neutrality’ para ayudar a sus clientas a alcanzar sus metas. “El ‘body neutrality’ pue- de ser una útil manera de ayudar a alguien a enfocarse en mejorar su fuerza y condición física, sin pensar mucho en la estética,” explica. “Establecer metas como mejorar tu tiempo en un 10k o cargar más peso puede ayudar a darte cuenta de lo que tu cuerpo realmente es capaz -y de este modo, aceptar- se será realmente fácil”. Recuerda la última vez que rompiste un récord personal en el gimnasio o en la pista y comenzará a tener sentido. Esas piernas que no puedes ver en el espejo no parecen tan malas cuando te das cuenta que te pueden hacer correr un 5k en menos de 25 minutos. ¿Cierto? ENFOQUE COMPLETO Adoptar una postura neutral puede ser un enfoque saludable en sí mismo. Trata de pensar positivo todo el tiempo -ya sea con tu cuerpo, trabajo o en tu relación- y te estarás preparando para fracasar. La neutralidad te da un free pass; algo de margen para esos días en los que simplemente no quieres salir de la cama y, de este modo, comiences de nuevo al día siguiente. Es por esta razón que algunas personas argumentan que esta manera de ver las cosas es incluso más incluyente que su predecesora. “Usualmente las personas discapacitadas no somos tomadas en cuenta en este tipo de conversaciones,” asegura Keah Brown, una activista que habla sobre su discapacidad. “La neutralidad le provee a las personas espacio para trabajar sobre sus problemas con su cuerpo”. “En realidad, la mayoría de las mujeres se sentirán bien con algún aspecto de sus cuerpos y serán neutrales o no aceptarán otros tantos,” añade la doctora Bamford. “Un poco de ambas es probablemente la mejor manera de ver nuestros cuerpos”. Un movimiento para quienes aman sus piernas, pero odian su abdomen; para quienes creen que su trasero está bien, pero no soportan su celulitis -y si somos del todo honestas, ¿acaso no es el caso de todas nosotras? “Para mí, el cambio más grande es que ahora veo mi cuerpo como un todo, en vez de una colección de partes no tan buenas,” añade Rebecca. “Y ya está teniendo un gran impacto. En mi agencia me han dicho que han notado un cambio en mí, me ven con más confianza y que eso se ha traducido en más llamados. No es que de repente obtuve el cuerpo de una modelo de VS -porque definitivamente no-, pero no permito que el miedo me detenga como antes”. Entre sus promotoras, el sobre cogedor sentimiento que acompaña a adoptar una postura neutral, puede ser resumido a una sola palabra: libertad. Liberarse de tener que pensar en tu cuerpo; liberarse del esfuerzo de amar cada parte de tu cuerpo. “Cuando le prestas menos atención a tu apariencia y le das menos peso a esos pensamientos negativos, te das la libertad de enfocarte en otros aspectos de tu vida,” explica la doctora Bamford. “Esto puede ser tu familia, amigos o tus logros laborales, pero también tus rasgos de personalidad -las cosas que te hacen ser tú”. Como lo indica Rebecca: “en la sociedad de hoy en día, simplemente ser, pareciera una rebeldía; creyendo en silencio que mi cuerpo es la consecuencia del estilo de vida que decidí llevar. Y yo estoy muy bien con esto”. ¿Te podemos sugerir volverte neutral?

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