Transforma el ?ouch? en ?aaahh?.
Aunque la molestia podría ser síntoma de un problema serio como la endometriosis, con frecuencia la causa es menos grave. ?Casi todos los padecimientos que originan el coito doloroso son tratables?, asegura Debby Hebernick, especialista y directora asociada del Centro de Fomento de la Salud Sexual en la Universidad de Indiana. Sigue leyendo para encontrar a los culpables de que tu vida sexual vaya en picada, y sus respectivas soluciones.
El problema: se siente como si su pene fuera una lija.
Probable culpable: sequedad vaginal. ?La falta de lubricación es sin duda la causa más común del sexo doloroso?, asegura Hebernick. Algunas medicinas ?incluyendo las píldoras anticonceptivas, antidepresivos y algunos fármacos para tratar las alergias y resfriados? disminuyen la segregación de líquido vaginal. De igual manera, las duchas con agua caliente antes del sexo resecan el tejido vaginal.
La solución: aplica una porción de lubricante a base de agua en tus partes íntimas durante el jugueteo previo al acto sexual. Un estudio de la Universidad de Indiana encontró que las mujeres que utilizaron lubricante durante el coito reportaron mucho menos dolor y, ¡un plus!, niveles significativamente más elevados de satisfacción. Elige posiciones que te permitan controlar el ritmo (tú encima, por ejemplo) y detente para reaplicar el ungu?ento, si es necesario.
El problema: comezón incontrolable en los genitales, que empeora con la penetración. Probable culpable: aunque varias condiciones pueden originar comezón ?ahí abajo? la causa más común es una infección por levaduras (o candidiasis), que suele ser resultado de algunos antibióticos. La investigación también sugiere un vínculo entre el exceso de sexo oral y las infecciones frecuentes por candidiasis; las mujeres que sufren la condición son tres veces más propensas a recibir placer por la vía oral.
La solución: el autodiagnóstico es erróneo 66% de las ocasiones, por lo que es recomendable consultar a un especialista para descartar otras causas, especialmente si nunca has tenido una infección por levaduras. Entre tanto, suspende el sexo por algunos días. Aunque tu pareja no se contagiará de la infección, podría sufrir comezón temporal o sarpullido en el pene.
El problema: sientes como si él fuera a chocar contra tu cérvix.
Probable culpable: no, él no es demasiado grande para ti. Quizá sólo estés apresurando las cosas. ?Muchas mujeres creen que si están excitadas, están listas para el sexo?, asegura Hebernick. ?Pero tu cuerpo necesita tiempo para impulsar el útero y hacer espacio para que se expanda la vagina, la cual puede estirarse de 10 a 18 impactantes centímetros de largo?.
La solución: no te saltes los juegos sexuales preliminares. La mayoría de las mujeres necesita 20 minutos satisfactorios de calentamiento previo para cerciorarse de que sus partes están listas para la acción. Escuchen, ?rapiditas?: el simple hecho de añadir lubricante no es un buen atajo: ?Facilitará la entrada, pero no modificará la longitud ni la forma de tu vagina?, dice Hebernick.
El problema: echar pasión después de tener un bebé te deja adolorida y molesta. Probable culpable: las nuevas mamás, especialmente las que están lactando, podrían experimentar una disminución drástica en los niveles de estrógeno que dejan la vagina seca como el Sahara, y las paredes vaginales a punto de desgarrarse. La cicatriz de una episiotomía que aún no ha sanado también puede dificultar la penetración. La solución: suspende las relaciones sexuales temporalmente. Aun cuando tu médico te haya indicado seis semanas de abstinencia, considera que muchas mujeres no están físicamente preparadas en el transcurso de tres meses o más, afirma Elizabeth G. Stewart, ginecobstetra y autora de The V Book. Aplicar una crema de estrógenos de baja dosis ayuda a aliviar la resequedad y a hacer el tejido vaginal más elástico (su empleo es seguro durante la lactancia). Además, ponte mucho lubricante.
El problema: tu vagina es como una planta carnívora. Si él intenta entrar por segunda vez, se cierra herméticamente.
Probable culpable: vaginismo. Esta dolorosa pero tratable condición hace que los músculos de la entrada de la vagina se contraigan durante la penetración, dificultándola o impidiéndola, en casos severos.
La solución: los expertos no conocen a ciencia cierta la causa de este problema, pero sí saben el remedio: ejercicios de estiramientos que comienzan con la inserción de un tampón o un dedo, para llegar poco a poco a la relación sexual. Tu médico también podría prescribir fisioterapia para el piso pélvico para deshacer los nudos musculares por medio de masaje (¡en serio!). Una investigación nueva demuestra que las inyecciones de Bótox también contribuyen a relajar los músculos vaginales hiperactivos.
El problema: después del sexo, presentas una erupción similar a la urticaria alrededor de la vulva.
Probable culpable: una reacción alérgica, probablemente a causa de los condones de látex. Si no usaste preservativo, quizá seas alérgica al semen de tu pareja.
La solución: prefiere los condones de caucho sintético o de cordero (pero ten en mente que no ofrecen la misma protección contra las infecciones de transmisión sexual que los de látex). Si tienes una relación estable y tu problema es la alergia al semen, te tenemos buenas noticias: la cura es más sexo, no menos. Durante un sencillo procedimiento ambulatorio, el médico inserta semen diluido en tu vagina en el transcurso de varias horas a fin de lograr una desensibilización. Posteriormente, tendrá que hacerlo cada dos días durante algunas semanas, luego cada tres días por varios meses para fortalecer tu tolerancia, añade David J. Resnick, médico general y director de alergias en el Hospital Presbiteriano de Nueva York. Si te parece demasiado drástico, empieza a utilizar condones.
EL DOLOR: se siente como si fragmentos de vidrio cortaran en pedazos el área externa de tu vagina.
Probable culpable: vulvodinia, un posible trastorno del sistema nervioso. Afecta a más de 16% de las mujeres y es muy difícil de detectar. Los médicos suelen confundirla con candidiasis.
La solución: la lidocaína bajo prescripción podría ayudar a controlar la sensibilidad nerviosa, al igual que la fisioterapia especializada. También puedes encontrar alivio al utilizar un vibrador. Una investigación demuestra que su uso es capaz de confundir las terminales nerviosas y mitigar el dolor. Los químicos fuertes contenidos en algunos productos para el cuidado personal podrían agravar el problema, así que compra jabones libres de fragancia.