No puedes ver los resultados de tus esfuerzos por aplanar tu abdomen si estos se encuentran escondidos debajo de una capa de grasa. Por fortuna, existen bastantes estrategias probadas para derretir el exceso de llantitas abdominales. Estas son las más eficaces.
Elimina el azúcar añadido
Una persona promedio consume alrededor de 20 cucharaditas de azúcar diarias provenientes de alimentos procesados, tales como refrescos, productos horneados, cereales para el desayuno, bebidas de frutas e, incluso, yogures saborizados –¡unas 325 calorías vacías!–. Además, todo ese azúcar aumenta la producción de insulina, lo cual hace más lento el metabolismo.
Aumenta tu consumo de proteína
Sustituir los carbohidratos por carne, pescado, lácteos y nueces contribuye a disminuir la cantidad de grasa acumulada en tu zona media. Investigadores en la Universidad Mc Master en Canadá evaluaron las dietas de 617 personas y descubrieron que cuando cambiaron los carbohidratos por una cantidad igual de proteína, redujeron la grasa abdominal.
Ordena con inteligencia en la hora feliz
Sustituye tu margarita repleta de calorías por una copa de vino o ponle sabor a tu agua mineral. Una investigación demuestra que los bebedores de cerveza, en particular, acumulan más grasa abdominal. Y también modérate: un estudio realizado por la Universidad de Búfalo halló que los bebedores asiduos (aquellos que toman más de tres o cuatro bebidas por ocasión) poseen más grasa abdominal que quienes consumen la misma cantidad de alcohol en varios días.
No temas a la grasa
Una investigación demuestra que las dietas que contienen más de 50% de grasa son tan eficaces para perder peso como las reducidas en ella. “La grasa te proporciona sensación de saciedad y añade sabor a la comida, factores que previenen que te sientas privada de alimento, de tal manera que no tenderás a excederte”, sugiere Alan Aragon, nutriólogo en Los Ángeles. Come alimentos ricos en grasas monoinsaturadas, mejor conocidas como MUFA, comidas que ayudan a eliminar la grasa abdominal. Asimismo, la investigación ha descubierto que es adecuado disfrutar comestibles enteros que contengan grasa saturada (incluyendo leche, queso y mantequilla) con moderación.
Combate la inflamación
No importa cuánta grasa abdominal pierdas o cuánto músculo tonifiques, si estás hinchada, no lucirás (¡ni te sentirás!) bien desnuda. Las bebidas carbonatadas, e incluso alimentos benéficos como los frijoles o el brócoli, pueden abultar tu estómago. Y controla el uso del salero (y de los snacks y comidas procesadas saladas): los nutriólogos sugieren limitar tu consumo diario de sodio a menos de 2,000 miligramos –una cantidad considerablemente menor que los 5,000 miligramos que la mayoría de las personas consumimos por día– para no retener fluidos en exceso.
Es posible que puedas estar comiendo demasiada fibra.