Un conjunto de estudios recientes está ofreciendo un poco de luz respecto a otros amigos y enemigos del corazón que son poco conocidos.
AMIGOS DEL CORAZÓN:
Optimismo
¡Te tenemos una buena noticia! Tener buena disposición ha demostrado estar relacionado con un menor riesgo de padecer enfermedad cardiaca, en especial entre personas con un historial familiar de este padecimiento. Un temperamento animado minimiza el estrés que contribuye a las afecciones del corazón.
Té
Tanto el verde como el negro reducen el colesterol “malo” (LDL). Si tomas una taza con frecuencia también podrás mejorar la función de tus arterias. Evita las versiones embotelladas y mejor prepáralo natural para obtener los mayores beneficios.
Magnesio
Este mineral juega un papel importante ayudando a tu ritmo cardiaco, e ingerir 200 miligramos adicionales al día podría reducir tu riesgo de padecer enfermedad de corazón en 22%. Llena tu plato con alimentos ricos en magnesio como granos integrales, nueces y vegetales de hoja verde.
Hora feliz
Sí, leíste bien. Beber un poco aminora tu riesgo de morir repentinamente de un paro cardiaco de 30 a 40%. Solo limítate a una copa al día. Beber más de eso provoca
el efecto contrario. Y no necesitas empezar a tomar si es que no lo acostumbras.
ENEMIGOS DEL CORAZÓN:
El ruido constante
Vivir cerca de un aeropuerto transitado o pasar mucho tiempo en el tráfico incrementa tu riesgo de padecer una enfermedad cardiaca. Los expertos consideran que la polución por ruido aumenta el estrés, el cual sube la presión sanguínea. ¡Ponte tapones de oído!
Cambios hormonales
El riesgo de padecer una enfermedad del corazón se incrementa hasta siete veces en las mujeres que tienen niveles desequilibrados de estrógeno y testosterona. Si tus periodos no son regulares, subes repentinamente de peso o tienes un exceso de vello, ve con tu médico.
Contaminación ambiental
Los investigadores consideran que si se purificara el aire contaminado, eso evitaría unas 8,000 hospitalizaciones por insuficiencia cardiaca al año. Respirar la polución contribuye a la arterosclerosis, un endurecimiento de las arterias. Con el simple hecho de mudarte lejos de las avenidas principales disminuyes considerablemente tu riesgo.
Enojo
Claro, todos tenemos derecho a desquitarnos de vez en cuando. Pero sentir ira permanente es muy dañino para tu corazón: tu probabilidad de tener un ataque cardiaco se incrementa 24 veces en las dos horas posteriores a una rabieta, debido a los altos niveles de adrenalina y cortisol que comprimen las arterias.