Sabemos que no es fácil hablar del olor vaginal, pero es importante hacerlo y tener presente que todas las vaginas tienen un aroma natural, y eso es completamente normal. El cuerpo tiene su propio equilibrio, y la clave está en aprender a reconocer qué es parte de ese proceso y qué podría ser una señal de que algo no está del todo bien.
El olor íntimo es distinto para cada mujer y puede cambiar dependiendo del ciclo menstrual, la alimentación o incluso la ropa que usas. En general, suele tener un ligero aroma ácido o almizclado por el pH natural de la zona, que es ligeramente ácido para protegerte de infecciones.
También es común que se intensifique con el sudor, ya que la zona genital tiene glándulas sudoríparas, o que adquiera un toque más metálico antes y después de la menstruación. Incluso lo que comes puede influir momentáneamente en el olor, alimentos como el ajo, el café o los espárragos pueden hacer que notes ligeros cambios.
Mientras el aroma se mantenga dentro de estos rangos y no sea desagradable, no hay nada de qué preocuparse. Sin embargo, si empiezas a notar un olor muy fuerte, persistente o diferente a lo habitual, podría ser una señal de alerta.
Un aroma intenso similar al pescado puede ser un indicio de vaginosis bacteriana, una infección causada por el crecimiento excesivo de bacterias. Por otra parte, un aroma dulce o a levadura,puede estar relacionado con infecciones por hongos. Estos cambios en el olor suelen venir acompañados de otros síntomas como flujo anormal y picazón o ardor.