El cáncer de ovario es uno de los cánceres más letales que existen actualmente y es el asesino silencioso de las mujeres mexicanas, ya que es casi asintomático o los síntomas que presenta pueden ser confundidos con otros padecimientos. Esta es la historia de Véronica Perez y cómo ha vivido el cáncer de ovario en carne viva y cómo logró salir de este agujero que la vida le presentó. De todos los tipos de cáncer ginecológicos, el cáncer de ovario es uno de los más olvidados, pero también es uno de los más letales porque se disemina fácilmente y, en la mayoría de los casos, es detectado tardíamente. Así le pasó a Verónica hace siete años. Tenía 43 años de edad cuando fue diagnosticada con cáncer de ovario en etapa avanzada. “Dos años antes de enterarme que tenía cáncer tenía un padecimiento constante de gastritis, colitis. Empecé como a tener un sangrado. Me operaron y ya cuando salí me dijeron: Tienes cáncer, es cáncer de ovario metastásico, tipo 4 de 4, o sea el más grave, y ya tenía la metástasis hasta hígado, vaso, toda la cavidad abdominal”, compartió Verónica Pérez a Noticieros Televisa. Relacionado: “El cáncer de pulmón desde la vista de una mujer positiva” Algunos factores de riesgo que se comentan y que se conocen son:
- Infertilidad
- La endometriosis
- Los ovarios poliquísticos
- La terapia de reemplazo hormonal.
Sin embargo, la historia familiar es muy importante y muchas mujeres a lo mejor no tienen un factor de riesgo y les da cáncer de ovario, entonces por eso decimos que la mujer especialmente en la menopausia, y más aún si sufre del síntoma de la colitis, pues se puede hacer un estudio de ultrasonido transvaginal”, explicó la doctora Dolores Gallardo, responsable del programa Cáncer de Ovario del Instituto Nacional de Cancerología. Hoy, gracias a los avances de la ciencia, por primera vez ya está disponible a nivel mundial un tratamiento específico para el cáncer ovárico. Esta novedosa terapia personalizada representa para Verónica un aumento sustancial en su expectativa de vida. “Tengo esperanza, en que esto puede detenerse. Mi cáncer ha seguido avanzando. He tenido ya tres cirugías. Antes yo decía quiero llegar a que mi hija cumple 15 años. Ya va a cumplir 15 años en un mes, entonces ahorita yo quiero una prórroga. Yo quiero vivir más porque quiero verla más grande, entonces me da mucho gusto que haya adelantos médicos o avances en la investigación porque otra vez las enfermas de cáncer tenemos una nueva esperanza, una nueva oportunidad se seguir vivas, ¿no?”, añadió Verónica Pérez. Las mujeres no estamos a salvo de un cáncer ginecológico con sólo practicarnos la mastografía y el Papanicolaou. También hay que someterse a estudios para detectar oportunamente el cáncer de ovario, como el ultrasonido vaginal. Relacionado: “Una triatleta más dura que el cáncer de mama”
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