Aunque los ejercicios con ligas comenzaron a practicarse desde comienzos del siglo pasado, su popularidad se incrementó apenas hace un par de décadas.
Las bandas elásticas surgieron como un complemento médico para los procesos de rehabilitación de lesiones musculares. Sin embargo, actualmente son un accesorio básico en infinidad de rutinas por el simple hecho de que una sola sirve para fortalecer todo el cuerpo. Si uno de tus propósitos para este año es crear una mejor versión de ti, un buen juego de ligas de entrenamiento es todo lo que necesitas para conseguir esos brazos, piernas, pecho, hombros y espalda que siempre has soñado. Ten presente que, aunque parezca sencillo, tus músculos producirán calor, el cual debe eliminarse para conservar la temperatura corporal 1*, por lo que con G Active, una bebida con electrolitos y sin calorías para tus momentos cotidianos, obtendrás la hidratación necesaria para ejercitarte.
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UNA DECISIÓN ACERTADA
1. Son adecuadas para todos los niveles
No importa si es tu primera experiencia para ejercitarte o si tienes un nivel avanzado de entrenamiento, las ligas ofrecen una amplia gama para el trabajo de fuerza según su color, que en el caso de las de látex son: amarillo y rojo (suave-media), verde, azul, negra, plateada y dorada (media-extrafuerte). 2*
2. Mayor trabajo, menor impacto
La inestabilidad de las bandas elásticas provoca que sean más los músculos implicados en los ejercicios y que estos trabajen más. Asimismo, como muchos de los movimientos se realizan en una posición cómoda, la carga no recae completamente en las articulaciones.
3. Para todos y en todos lados
Tanto por su tamaño (volumen y peso) como por su bajo costo, son ideales para almacenar o transportar a cualquier sitio, lo que no te dará ninguna excusa para no cumplir con tu rutina.