Te presentamos los 8 hábitos que te mantienen en depresión y que quizá desconocías, sigue leyendo...
La depresión es un trastorno real capaz de frenar la vida de quien la padece, su principal característica es la tristeza permanente y el constante desinterés por actividades que antes sí causaban emoción, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, 300 millones de individuos en el mundo padecen ese trastorno.
Los trastornos depresivos traen consigo repercusiones directas en la salud ya que altera el ciclo del sueño, provoca falta de apetito y se manifiesta como cansancio severo y falta de concentración, por lo tanto, padecer depresión es un riesgo latente en todos los aspectos.
¿Por qué tengo depresión?
Como ya te adelantamos, la depresión es multifactorial, es decir, la depresión sucede porque convergen diversos factores como la genética, los hábitos de vida, el contexto social, la autopercepción y, por supuesto, el correcto funcionamiento del cerebro para generar las sustancias de la felicidad.
Todos esos factores influyen en el nivel de depresión que puedes padecer, es probable que sí hay una predisposición genética puedes contrarrestar las posibilidades de padecer depresión adoptando buenos hábitos de vida y mejorando tu autoestima, por ejemplo.
Es precisamente en ese supuesto donde influyen factores que sí está en tus posibilidades mejorar para recuperar tu vida y volver a sentir la alegría de vivir, proponerte y cumplir metas y sentir motivaciones que permitan que el ciclo motivacional se reproduzca todos los días.
Estos son los 8 hábitos que te mantienen deprimida
Descanso deficiente
Durante el descanso ocurren procesos fisiológicos a nivel cerebral que se ven interrumpidos con los desvelos y el insomnio, estos tienen repercusión directa en nuestra vida ya que fomentan la depresión. Un ejemplo es la producción de cortisol que provoca la sensación de angustia y estrés, el sueño disminuye sus niveles en el cuerpo.
Sedentarismo
La medicina natural se llama ejercicio. Al realizar actividad física deportiva el cerebro libera dos preciados antidepresivos naturales que se asocian a la sensación de euforia, bienestar y felicidad: la dopamina y la serotonina. Realizar 30 minutos de ejercicios de intensidad moderada, literalmente, te puede salvar la vida.
Fatalismo
Mantener pensamientos negativos en cualquier ámbito de la vida también es un síntoma y una causal de la depresión. Los pensamientos intrusivos son como una gran bola de nieve a la que puedes frenar cuando es apenas un copo.
Si experimentas angustia gracias a tus pensamientos, combátelos distrayendo a tu mente con alguna actividad que te provoque satisfacción.
Perfeccionismo
Está bien hacer las cosas mal de vez en cuando, los errores son para aprender de ellos y crecer, no te exijas más de lo que puedes hacer ahora.
El perfeccionismo no sólo es agotador físicamente, ya que el cuerpo se encuentra en constante tensión por una percepción distorsionada de nosotras mismas. Al exigirte demasiado también creas una frustración innecesaria que fomenta la depresión.
Permanecer en ambientes tóxicos
En nuestra vida cotidiana hay dos ámbitos que confluyen permanentemente: la familia y el trabajo. Si te encuentras mal en cualquiera de estos dos aspectos es muy probable que esa sensación de irritabilidad y molestia te acerque a la depresión.
Si puedes evitar ambientes tóxicos, hazlo de inmediato.
Mala alimentación
No sólo se trata de un asunto corporal y de autopercepción frente al espejo, en realidad es mucho más complejo que eso y es que una mala dieta tiene repercusiones directas en nuestras neuronas y la generación de neurotransmisores y sustancias químicas a nivel cerebral.
Aislamiento o poca actividad social
La actividad social entendida como interacción con otras personas tiene estímulos directos en nuestro estado de ánimo. El cerebro comprende el aislamiento social como una especie de castigo que fomenta la depresión. Incluso, el aislamiento ha sido tratado como un tema de interés para la seguridad publica y la salud.
Beber alcohol
No hay cantidad exacta, todo el consumo de alcohol fomenta este padecimiento asociado a la tristeza profunda ya que sus efectos en el cuerpo son depresivos. Las personas con depresión son más propensas a consumir alcohol y experimentar sentimientos relacionados a la falta de autocontrol. Sin duda, el consumo de alcohol en cualquier escala está directamente relacionado con los trastornos depresivos.