Muchos de nosotros ya llevamos SEMANAS encerrados en cuarentena. Y desde que cambiamos nuestra rutina, no hemos podido dormir bien. ¿Te ha pasado también?
Aunque he intentado mantener mi rutina lo más parecida posible para que mi reloj corporal no se desajustara, esto no evitó que me despertara decenas de veces en la noche. Y aunque podía volverme a dormir, sentía que no estaba descansando como debería. Claro, sabía que tenía que ver con la situación de la pandemia. Pero no entendía exactamente cómo ni por qué.
Es por eso que platiqué con Sheila Tan, una coach licenciada que me dio la mejor explicación.
Si tus patrones de sueño han sido inusuales desde que comenzó la cuarentena, lo primero que debes hacer es abordarlo (Es decir, no lo ignores durante dos semanas por favor).
Según Sheila, esta interrupción podría provenir de tres cosas:
1. Miedo
Si te has sentido asustada, eso es completamente válido. Para lidiar con esto, hazte las siguientes preguntas: ¿A qué le tengo miedo? ¿Cuáles son las probabilidades de que mi miedo suceda? ¿Qué hay bajo mi control para cambiar el resultado? ¿Qué necesito aceptar? ¿Qué necesito soltar? Enfrentarte a tus miedos y analizarlos desde una perspectiva lógica es mejor que negar su existencia.
2. Estrés
El estrés es el resultado de la mente que percibe el peligro. Sheila explica: “Sería bueno entender qué es exactamente lo que está desencadenando la sensación de amenaza. Reducir a cero cuál es el problema te ayudará a ser más lógica al respecto. A veces, simplemente diseccionándoles el problema y llegar a la causa raíz te hará darte cuenta que no es algo tan grave. Si es algo por lo que sí tienes que preocuparte, enumera las opciones que tienes para abordarlo. Toma medidas, sin importar cuán pequeñas sean, te dará más poder.
3. Falta de control
Después de pensarlo, es probable que sea por esto que no estaba durmiendo como solía hacerlo. Me gusta tener el control de muchas cosas y esta cuarentena me lo quitó. Sheila dice que esto podría ser cierto para la mayoría: “Cuando esto suceda, debes saber que lo que pasa fuera de nosotros mismos es poco comparado con el control que tenemos sobre nuestro propio pensamiento. Nuestros pensamientos y emociones son dos cosas sobre las que solo nosotras tenemos control”.
Si todavía tienes problemas para dormir, Sheila sugiere usar este tiempo para hacer una pausa y reflexionar sobre tus objetivos y aprender cosas que has estado posponiendo.
Este artículo fue originalmente publicado en Cosmopolitan Filipinas