Las cifras de feminicidios en los hoteles de paso son verdaderamente alarmantes. Se han convertido en un peligro para cientos de mujeres.
Detrás de los hoteles de paso que suelen frecuentar cientos y cientos de parejas existe una cadena de omisiones que ha provocado que estos lugares se conviertan en una trampa para cientos de mujeres. A principios de este año, Janeth ingresó al hotel Las Américas, en la alcaldía Cuauhtémoc, Ciudad de México, con un hombre que, al parecer, era su cliente. Él entregó las llaves y salió 45 minutos después de haber pedido la habitación; eran cerca de las 23:00 horas del 25 de enero de 2020. Al percatarse de que ella no salía, los trabajadores del lugar entraron al cuarto pasada la medianoche y encontraron su cuerpo en el piso. Esta fue la primera muerte violenta de una mujer al interior de un establecimiento de hospedaje en este año, según reportaron diversos medios. Una investigación realizada por alumnas del Subsistema de Periodismo de la Universidad Iberoamericana y del Programa Prensa y Democracia (PRENDE), mostró los riesgos que implica visitar uno de estos hoteles “de paso”, debido a la falta de regulación y control sobre este tipo de establecimiento mercantil, y particularmente, por la poca seguridad con la que cuentan.
También lee: “Las tres muertes de Marisela Escobedo”, retrato del feminicidio y la impunidad en México Como Janeth, otras mujeres nunca salieron del cuarto de hotel al que entraron acompañadas. Mucamas y ayudantes encontraron sus cuerpos horas o días después de ser asesinadas. Wendy, Mariana, Katya, Victoria Pamela, Génesis, Karen y decenas de mujeres murieron en la Ciudad de México, donde 14% de los feminicidios se han cometido en este tipo de establecimientos de 2015 al primer trimestre de 2020. La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México reconoce 28 víctimas de feminicidio; sin embargo, una revisión hemerográfica en medios digitales de la capital del país muestra que, al menos, otros 11 casos podrían considerarse como tal; es decir, un total de 39. La cifra es verdaderamente alarmante, pues junto con las revelaciones que se presentan en la investigación, se evidencia un problema sistemático. La cadena inicia con la falta de regulación, las dependencias que deberían vigilar estos establecimientos, pasando por los protocolos de registro y de seguridad al interior de los hoteles, y que llega hasta la muerte de estas mujeres. Lugares en los que la secrecía es un factor indispensable para su funcionamiento, los hoteles y moteles son, ahora, un espacio de riesgo.
Consulta el reportaje completo entrando aquí: https://hotelesfeminicidas.com
Por Luz Rangel, Fernanda Cortina, Valeria Estrada y María Galland
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