Tres de cada diez pruebas diagnósticas de la COVID-19 arrojan falsos negativos, un error que no se debe a la falta de fiabilidad de estos tests sino más bien a una técnica incorrecta.
En Francia, por ejemplo, una adolescente de 16 años falleció tras haber dado negativo dos veces, antes de ser declarada positiva. “Estos falsos negativos se dan hasta 30% de las veces”, indica James Gill, profesor honorario de la Warwick Medical School de Coventry, en Inglaterra. “De los 100 pacientes diagnosticados, hay 30 que arrojan falsos negativos”, corrobora François Blanchecotte, presidente del Sindicato francés de laboratorios de análisis. Pero la sensibilidad del test es altísima, “de 98% cuando se realiza correctamente”, subraya Blanchecotte. La técnica empleada, llamada RT-PCR, es un método de amplificación del material genético del virus. El objetivo es ir a buscarlo en las secreciones del enfermo, por lo que la prueba se realiza introduciendo un hisopo (un palillo recubierto de algodón en su punta) en la nariz del paciente. Pero para que esta sea eficaz, el hisopo “debe introducirse profundamente, no solo hasta la entrada de la nariz”, subraya el doctor Andrew Preston, de la Universidad inglesa de Bath. Y es que el virus no está presente en todas partes: hay que atravesar las fosas nasales hasta la parte superior de la faringe, pese a ser una manipulación desagradable para el paciente. “Si el virus no está suficientemente presente en el hisopo, el resultado será negativo”, según Preston. En algunos países, la prueba se realiza en la boca. “Ahí también hay que ir hasta la parte posterior de la garganta”, añade. Otro factor de error es el momento en que se realiza la prueba. “La cantidad de virus varía según el paciente y según la fase de la infección”, explica el doctor Al Edwards, de la Universidad inglesa de Reading. “Incluso con una técnica perfecta, un enfermo contagiado puede no dar positivo, por ejemplo en la fase de incubación o al final de la enfermedad, cuando gran parte del virus ya no está", añade. © Agence France-Presse