Llevamos días, semanas y meses con demasiada preocupación sobre nuestras espaldas, ¿no lo crees? Muchas personas nos tuvimos que despedir de nuestras escuelas o trabajos –temporal o definitivamente–. Distanciarnos de nuestras amigas y amigos (aunque Zoom sea un gran aliado). Además de modificar por completo los hábitos que nos ayudan a definir quiénes somos todos los días. Y todo eso ha contribuido a que nuestros niveles de estrés, enojo, ansiedad y tristeza suban como nunca antes. ¡Y cómo no! Lo que sentimos no es para menos, así como lo que está pasando en el mundo entero tampoco. Definitivamente, ya urge que dejemos atrás este gran malestar y que la crisis termine. Pero para eso, sólo nos queda ser responsables con nuestra salud –y con la de los demás, claro– . Es nuestro deber seguir cuidándonos y ser cautelosas. Aunque las consecuencias en cómo nos sentimos son muy fuertes, ¿estás de acuerdo?
Pensando, entonces, qué podemos hacer para dejar de sentirnos así, sin aumentar el riesgo, descubrimos la importancia de nuestra dieta para la salud psicológica. Para pasar de esto ? a esto ? en un bocado. Resulta que los microorganismos de nuestro sistema digestivo, siempre afectados por lo que comemos, secretan y reaccionan a la serotonina y la dopamina –nuestras “hormonas felices"–. Y también es un gran dato que alrededor del 90 por ciento de nuestra serotonina se produce en el intestino, no en nuestro cerebro. Es decir, podemos usar la comida para mejorar nuestro estado de ánimo y la cocina es una estupenda herramienta para el bienestar que tanto perseguimos todos los días. Así que: ¡Adiós, depresión! ¡Adiós, ansiedad! ¡Adiós, rabia!
Pero no te preocupes, no necesitamos kilos de chocolate y grasas para eso
Para empezar, sólo necesitamos un poco del L-Triptófano. Un aliado perfecto que incluso nos ayudará a conciliar el sueño y que es un aminoácido esencial que ayuda a la formación de serotonina.
Dato: nuestro organismo no es capaz de fabricar este aminoácido por sí mismo, por eso lo debemos incluir regularmente en nuestra dieta.
Asimismo, buscando opciones, nos enteramos de que también una buena ingesta de magnesio, vitamina B3 y B6, ácido gamma-aminobutírico, hierro y potasio, entre otros nutrientes. Por eso te sugerimos las siguientes recetas, ricas en todos estos importantes compuestos.
Las fáciles
Bowl de yogurt con frutos secos
Tan simple como un tazón de yogurt con frutos secos –como las almendras o las nueces– y pequeños trozos de plátano pueden ayudarte a mejorar tu humor.
Bebida energética para levantar tu ánimo
Un poderosa bebida que lleva 1 naranja, 1 rodaja de piña, ½ plátano y 1 cucharada de germen de trigo. Debes extraer el jugo de la naranja y verterlo en una licuadora junto con los otros ingredientes, batir unos minutos y retirar. Subidón asegurado.
Aguacate relleno de salmón
Los aguacates rellenos de salmón y huevo son extremadamente fáciles de hacer. Corta el aguacate a la mitad y quita su gran semilla, mientras el horno se precalienta a 200ºC. En el hueco de la fruta coloca el salmón ahumado bien cortado y el huevo encima, de manera que no se derrame. Salpimenta al gusto y mantén en el horno dependiendo cómo te guste el huevo.
Batido de frutas
Necesitas 1 porción de melón, ½ plátano, 1 y ½ vasos de leche, canela en polvo, 3 cucharadas de miel, ½ cucharada de vainilla y 2 moras. Licúa el melón, la leche, el plátano y las tres cucharadas de miel. Agrega la vainilla y bate bien hasta que todo quede incorporado. Finalmente, decora con dos moras y un poco de canela.
Crema de espinacas
Cuece las espinacas con una pequeña porción de avena durante 10 minutos. Después bátelo todo en una licuadora, agrega leche si te gusta, salpimenta y añade –si gustas– unos cuantos crutones. Perfecta para cualquier momento de la semana en que también necesites un platillo ligero.
Ensalada mixta con polen
Nada tan fácil como cortar y mezclar 1 tomate mediano de ensalada, 3 hojas de lechuga medianas, 1/2 cebolla, 2 cucharadas de polen de abeja, aceite de oliva extra virgen, un poco de vinagre de manzana y 6 rodajas de pepino.
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Las que llevan más tiempo
Ensalada de espárragos
Necesitas: -700 g de espárragos verdes o blancos - 90 g de mantequilla sin sal - Pimienta negra - 4 hojas de salvia - 1 rama de orégano fresco - 1 ramita de mejorana - 1 limón - 2 tazas de pasta - 1 taza de queso parmesano rallado 1) Cuece la pasta con sal. Una vez cocida, retírala del fuego y escurre. 2) Corta los espárragos por la mitad y quítales los extremos. En otra olla –o en la misma– cuece los espárragos sólo lo suficiente. No deben quedar muy suaves. Escurre cuando estén listos. 3) Para la salsa, calienta a fuego lento en una sartén la mantequilla y agrégale las hierbas previamente picadas. 4) Cocina la mantequilla hasta que este ligeramente dorada. Retira del fuego, espera unos cuantos minutos y añádele jugo de limón. 5) En un plato, coloca la pasta, encima los espárragos, baña todo con la salsa de mantequilla y añade queso parmesano.
Sopa de jengibre con verduras
Necesitas - 1 cebolla - 2 cucharadas de aceite tamari - 1 l de agua o caldo de verduras - 2 hojas de col - 1 cucharada de jengibre - 4 cucharadas de miso –que puedes comprar en una tienda de alimentos asiáticos– 1) Corta la cebolla en rodajas. 2) Incorpora la salsa tamari y deja cocer un par de minutos más. 3) Añade agua –o caldo de verduras–, la col cortada en finas tiras y el jengibre rallado. Deja hervir 5 minutos. 4) Disuelve el miso y añádelo a la olla. Remueve para que todo se mezcle bien y retírala del fuego. Que no queden grumos.
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Nota: no olvides que ninguna receta funciona como poción mágica. Debes conjugar estos platillos con una rutina de ejercicio, música que te haga sentir bien, cero consumo de comida rápida y algún momento durante el día para meditar o respirar.
