Reinventarse y evolucionar
Antes de que las tendencias de belleza estuvieran al alcance de todos, vivíamos en un mundo donde solo unos pocos dictaban qué productos y estilos eran trendy. Con la revolución digital y la llegada de las redes sociales, la belleza se democratizó. Justamente así nació IPSY, una marca que desde su origen ha apostado por hacer que la belleza sea accesible para todos.
Fundada por Michelle Phan, pionera en el mundo del maquillaje digital, IPSY ha revolucionado la manera en que descubrimos y experimentamos con los productos de belleza. Desde su llegada a México, hace dos años y medio, la compañía ha trabajado incansablemente para sorprender, inspirar y alegrar a su comunidad. Adaptándose a un mercado con preferencias y necesidades únicas, ha creado conexiones significativas con sus miembros y marcas aliadas, promoviendo un espacio de libre expresión y evolución.
Belleza premium, a precio accesible
Uno de los mayores atractivos de IPSY es su servicio de suscripción mensual, en el que por solo $399 MXN, los miembros reciben cinco productos seleccionados por un equipo de expertos. Esta selección incluye desde marcas reconocidas como Anastasia Beverly Hill, E.L.F. Cosmetics y Rare Beauty, hasta joyas menos conocidas pero igual de valiosas.
Además, los suscriptores tienen la oportunidad de explorar y añadir más productos gracias a los servicios adicionales como Add-Ons, en donde los suscriptores tienen 48 horas para agregar productos a precios especiales a su Glam Bag e IPSY Shop, tienda online disponible 24 horas para miembros con cuentas activas en IPSY.mx.
Incluso los mejores tienen días difíciles
Con 11 años de experiencia, la marca ha perfeccionado sus procesos de revisión y supervisión de productos para garantizar que cada envío cumpla con los más altos estándares. Pero, como cualquier negocio, ocasionalmente enfrenta desafíos, como el incidente relacionado con el producto FLOSS Friendly Face Cleanser, que involucró el uso de envases producidos durante la pandemia.
Varios suscriptores expresaron su sorpresa y preocupación en redes sociales, pero tanto Floss Beauty como Ipsy respondieron con transparencia y responsabilidad, asegurando que el producto enviado era seguro y que cumplía con todos los estándares de calidad.
La marca detalló que en lugar de permitir que estos tubos acabaran en vertederos, FLOSS optó por reutilizarlos, una práctica que refleja su compromiso con el medio ambiente.
No obstante, dispuesta a escuchar a su comunidad, la marca entendió el descontento y ofreció alternativas de compensación para asegurar la satisfacción de sus usuarios, como enviar a cada cliente un producto de reemplazo diferente y otorgar un cupón de descuento para compra de productos en Add-Ons. Además de contactar personalmente a sus clientes para ofrecer diferentes alternativas en caso de necesitar una solución adicional.
En IPSY, la belleza no solo se trata de productos; sino de crear una comunidad donde cada persona pueda descubrir su mejor versión. Con cada Glam Bag, IPSY no solo seguirá entregando cosméticos, sino también la oportunidad de experimentar, aprender y evolucionar en el camino de la belleza.
