Por Manu Ojeda. Un pellizco aquí, un pellizco allá: la mamoplastia de aumento es una intervención quirúrgica diseñada para aumentar el tamaño y mejorar la forma de los senos de una mujer. Este procedimiento es una opción popular para aquellas mujeres que desean tener senos más grandes, más proporcionados y con mayor volumen. Además del aumento de tamaño, la mamoplastia también puede corregir asimetrías en los senos, mejorar la forma y corregir la flacidez.
Pruebas previas a la intervención
Las pruebas previas a la mamoplastia de aumento son importantes para evaluar la salud general de la paciente y asegurarse de que cumple con los requisitos para el procedimiento. Te compartimos un par de tipos de pruebas específicas que algunos seguros de salud ofrecen entre sus coberturas:
Evaluación médica: Antes de someterse a cualquier tipo de cirugía, es fundamental llevar a cabo una evaluación médica completa. Esto incluye un historial médico detallado, donde se revisarán los antecedentes de salud, medicamentos que se toman regularmente, alergias, condiciones médicas preexistentes, etc. El cirujano también puede realizar un examen físico completo para evaluar el estado general de salud de la paciente.
Análisis de sangre: Se pueden solicitar pruebas de laboratorio, como un hemograma completo, pruebas de coagulación y análisis de orina. Estas pruebas ayudan a evaluar la salud general, detectar posibles condiciones médicas subyacentes y asegurarse de que no haya contraindicaciones para la cirugía.
Mamografía: Si se tiene más de 35 años o antecedentes familiares de cáncer de mama, es posible que se solicite una mamografía antes de la mamoplastia de aumento. Esto se hace para descartar la presencia de anomalías o cáncer de mama antes de someter a la paciente a la cirugía.
Evaluación psicológica: Algunos cirujanos pueden solicitar una evaluación psicológica para asegurarse de que la paciente tiene expectativas realistas y una buena salud mental antes de la cirugía. Esto puede ayudar a detectar posibles problemas de autoimagen o dismorfia corporal, que podrían afectar los resultados de la mamoplastia de aumento.
Radiografía de tórax: En algunos casos, se puede solicitar una radiografía de tórax para evaluar la salud pulmonar y descartar cualquier condición respiratoria preexistente.
Es importante tener en cuenta que estos son solo ejemplos de pruebas que se pueden realizar antes de una mamoplastia de aumento. El cirujano determinará qué pruebas son necesarias en función de la situación médica específica.
Además de estas pruebas, también es esencial seguir las recomendaciones proporcionadas por el cirujano, como evitar medicamentos o suplementos que puedan aumentar el riesgo de complicaciones, dejar de fumar, y mantener una dieta saludable y equilibrada para promover una buena cicatrización y una recuperación exitosa.
Procedimiento quirúrgico
El procedimiento de mamoplastia de aumento generalmente se realiza bajo anestesia general y puede durar entre una y tres horas, dependiendo de la complejidad del caso. El cirujano realizará incisiones en áreas estratégicas, como alrededor de la areola, en el pliegue inframamario o en la axila, para minimizar las cicatrices visibles.
Una vez realizada la incisión, el cirujano creará un bolsillo en el tejido mamario o debajo del músculo pectoral, donde se colocará el implante. La ubicación del implante dependerá de diversos factores, como el tipo de implante, la anatomía de la paciente y las preferencias del cirujano. Después de colocar el implante, se cerrarán las incisiones con suturas y se aplicará un vendaje o sujetador especial.
Recomendaciones antes de la mamoplastia de aumento
Antes de decidir someterse a una mamoplastia de aumento, es importante tener en cuenta varias recomendaciones:
Consulta con un cirujano plástico certificado: Busca un cirujano plástico con experiencia y certificación en cirugía de aumento de senos. Realiza una consulta inicial para discutir tus objetivos, expectativas y opciones de tratamiento.
Entender los riesgos y beneficios: Aunque la mamoplastia de aumento es generalmente segura, como cualquier procedimiento quirúrgico, conlleva ciertos riesgos. Comprende los riesgos y beneficios potenciales y discútelos con tu cirujano.
Comunicación abierta: Mantén una comunicación clara y abierta con tu cirujano. Expresa tus deseos y expectativas de manera realista para asegurarte de que ambos estéis en la misma línea.
Investigación exhaustiva: Investiga sobre la cirugía, los diferentes tipos de implantes, las técnicas quirúrgicas y las experiencias de otros pacientes. Obtén toda la información necesaria para tomar una decisión informada.
Considera tu estilo de vida: Ten en cuenta cómo la mamoplastia de aumento podría afectar tu estilo de vida. Por ejemplo, es posible que debas realizar cambios en tu rutina de ejercicio y adaptarte a los nuevos cuidados postoperatorios.