¡ALERTA!: “Los aceites esenciales pueden ser neurotóxicos si se eligen o aplican mal, con una concentración inadecuada, por ejemplo”, advierte la experta en dermocosmética Antonia Álvaro.
Siempre han estado muy ligados a la aromaterapia, sin embargo, sirven para mucho más; de hecho, formulados en cosméticos tienen un montón de propiedades, así que si eres de las que huyen cuando escuchan la palabra “aceite” en un producto para la cara, ¡detente! Porque algunos de ellos son, incluso, grandes aliados para combatir el acné... ¡ajá! Te platico solo algunos de los muchos beneficios de este elixir natural superconcentrado.
Por Virginia De Los Ríos
¿Qué debes saber sobre los aceites?
Las plantas son la fuente de la cual se extraen los aceites vegetales, que son de dos tipos: engrasantes y esenciales. Los primeros se obtienen, en su mayor parte, de las semillas y frutos de la planta. “Son sustancias viscosas, ricas en triglicéridos, ácidos gra- sos y vitaminas liposolubles como la A, D, E y K”, explica la ingeniera química y experta en dermocosmética Antonia Álvaro. Los aceites esenciales “se extraen, sobre todo, de hojas, cortezas, raíces o, incluso, flores”, apunta Arantxa Arana, dermatóloga de Clínica Pérez Sevilla. No son grasos y pueden ser muy líquidos o sólidos, como una resina.
“Se componen por una gran cantidad de moléculas aromáticas volátiles, que les otorgan su capacidad para viajar a través de nuestro olfato al sistema límbico y aportar- nos beneficios a nivel emocional”, señala a su vez Álvaro, fundadora de la marca cosmética Sublime Oils.
Algo muy importante que debes considerar es que los aceites esenciales puros no pueden emplearse directamente sobre la piel, pues sus moléculas son muy pequeñas, por lo tanto podrían penetrar hasta el torren- te sanguíneo y resultar muy dañinos para la salud. “Hay que diluirlos en una sustancia base, pues al ser tan concentrados nuestra piel podría reaccionar. De ahí que se envasen en botes con pipeta”, afirma Arana.
Por ello, aplicados de forma tópica necesitan aliarse con otros aceites vegetales como portadores. De este modo trabajan en sinergia y multiplican sus propiedades.
¿Cuáles son sus superpoderes?
En la dosis adecuada, cada uno tiene sus propias virtudes. “El de rosa damascena es antioxidante, antibacteriano, hidratante, re- generador y aporta bienestar. El de jazmín es relajante, antidepresivo, antiinflamatorio y afrodisiaco. El de pachuli es antiséptico, regenerador celular y alivia el estrés. El de geranio equilibra cuerpo y mente, tonifica y regenera el tejido. El de naranja amarga es cicatrizante e inductor del sueño, etc., por mencionar algunos”, detalla Antonia Álvaro.
Si vas a adentrarte en el uso de los aceites esenciales, necesitas saber esto:
TENLOS BIEN CONSERVADOS
Si son puros, suelen ir en botes oscuros para protegerlos de la luz y que no se enrancien. Guárdalos alejados de focos de calor.
EVITA MANIPULARLOS
“No hagas mezclas cosméticas caseras que pueden ser peligrosas, pues se requieren elevados conocimientos y de instrumental muy preciso”, indica Álvaro.
TEST DE TOLERANCIA
“Prueba el aceite esencial diluido en el pliegue del codo durante 48 horas. Si observas enrojecimiento, irritación, etc., no lo uses. Tampoco si estás embarazada.
Qué aceite usar en el rostro de acuerdo a tu tipo de piel
- Piel seca
“Se aconseja el aceite esencial de neroli combinado con uno vegetal que sea muy nutritivo, como el de aguacate. De esta manera se consigue nutrir la piel en profundidad, devolviéndole el confort y la jugosidad perdida”, comenta la dermatóloga Arantxa Arana.
- Piel grasa
“Si tienes un cutis con granitos o tendencia acneica te conviene recurrir a activos purificantes, como el aceite esencial de pino silvestre o el árbol de té. Pueden mezclarse con aceite de jojoba, de propiedades seborreguladoras”.
- Piel sensible
“Para aliviarla usa aceite esencial de ylang-ylang o manzanilla. Lo recomendable es aplicar dos gotas a tu crema o sérum habitual y, así, te beneficiarás de sus virtudes reparadoras y calmantes”, sugiere esta experta.