Me hice un lash lift de pestañas y cambió mi vida. Después de hacértelo busca tu propio reflejo en cada superficie brillosa durante las próximas 12 semanas.
Las pestañas superiores con las que nací son largas y oscuras. ¿La desventaja? Son tiesas y lacias. Desde que comencé a usar maquillaje, he tenido que usar diariamente un enchinador y muchas capas de rímel para conseguir un look Kardashian. Muchas de mis amigas se ponen extensiones y se ven fabulosas, pero nunca lo había considerado. Un tratamiento de belleza de 1,800 pesos* que requiere de retoques de 900 pesos* cada tres o cuatro semanas, no parecía valer la pena. Además, he oído que puedes contraer horribles infecciones si no le inviertes el tiempo y el dinero suficientes. Entonces, ¿qué hace una chica perezosa como yo que no quiere quedarse en la bancarrota? Como todas las respuestas que cambian tu vida, la encontré navegando por Instagram: una nueva y posiblemente perfecta opción para mí. La modelo Karrueche Tran publicó una foto del levantamiento de pestañas que se había hecho, parecía que no estaba usando nada de maquillaje, pero sus pestañas se veían larguísimas y con un rizo inigualable. Investigué un poco y descubrí que el maquillista de las Kardashian, Ariel Tejeda, también se había hecho el tratamiento y sus pestañas se veían increíbles. Ambos le daban crédito a su nuevo atributo favorito, a la especialista Elysee Zhadikpur de Los Ángeles y su tratamiento YUMI Lashs, así que hice una cita. Son una excelente alternativa para las extensiones y pestañas falsas. Los levantamientos de pestañas usan keratina para fijarlas en una posición más enchinada (de la misma manera que un enchinador) y un tinte separador para intensificar su color. Básicamente crea una versión más permanente de lo que haces todas las mañanas cuando pasas 10 minutos enchinando tus pestañas y cubriéndolas con rímel. (¿Y, honestamente, quién puede hacerlo sin picarse el ojo aunque sea una vez?). Pero la mejor parte es que esa inversión de 2,500 pesos* dura tres o cuatro veces más que las extensiones, es decir, hasta 12 semanas, sin el riesgo de quebrarse o desprenderse. En cuanto a seguridad, Zhadikpur señala que el tratamiento no debería involucrar ningún químico cuestionable como parabenos, amoniaco o formaldehído (pero, obviamente, investiga un poco más a fondo antes de hacer una cita). Para comenzar el tratamiento, Zhadikpur cubrió mis pestañas con una capa de silicona para que nada entrara a mis ojos. No estoy segura de cómo aplicó la fórmula (porque mis ojos estaban cerrados), pero se sintió como si mis pestañas estuvieran cubiertas con crema y después las cepilló varias veces. La crema hace que sientas cómo se van endureciendo, se sentía muy raro al principio, aunque después fue muy cómodo, tanto que hasta me quedé dormida. Una hora más tarde, Zhadikpur quitó la crema, la protección y abrí mis ojos. Los resultados fueron instantáneos. Mis pestañas parecían tener el triple de su volumen y longitud aunque eran las mismas que solía torturar para que se quedaran en su lugar. Me dijeron que no las mojara en 48 horas, pero después de eso podía usar rímel y maquillaje (en verdad no sentía ninguna necesidad por hacerlo). Zhadikpur también me dio una crema de keratina para aplicarla por las mañanas y las noches, algo muy importante porque, como me explicó, del 30 al 40% de las pestañas originales naturalmente se desprenderán en cinco semanas y las nuevas crecerán sin el tratamiento, obvio. Durante tres meses todos se dieron cuenta del tratamiento, pues mis pestañas estaban muy enchinadas y llenas de vida, exactamente como estaban después de salir del consultorio. Despertar con las pestañas así y tan naturales valía cada centavo, en mi opinión. Si tienes duda, soy prueba viviente de que pasar tu tiempo en Instagram puede traerte duraderos beneficios. Por: Brooke Shunatona
Este artículo fue originalmente publicado en nuestra edición impresa:
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