Como disclaimer, siempre es mejor investigar un poco antes de hacer una cita en cualquier salón de belleza. Especialmente cuando se trata de extensiones de pestañas, ya que lo más probable es que tengas los ojos cerrados casi todo el proceso y no podrás ver qué productos está usando el lashista y cómo los está aplicando. Checa la experiencia de miedo de esta usuaria de Twitter.
El 19 de octubre, Megan Rixon, una chica de 20 años de Luton, Bedfordshire, sacó una cita para que le pusieran extensiones de pestañas en un salón de belleza que no había visitado antes según información el Daily Mail. Durante la aplicación sintió un poco de ardor en los ojos y se quedó temporalmente ciega por dos horas después de que le aplicaron las pestañas.
“Cuando me puso las pestañas en el primer ojo me empezó a arder muchísimo. Pero me dijeron que no me preocupara, que era normal y me pidieron que dejara el ojo abierto. Me dolía tanto el ojo que se me cerraba naturalmente, pero me decían una y otra vez que los dejara abiertos. Después de que terminaron me senté y no los podía abrir. Pensé que no era normal pero me repetían que sí era”.
Después de que Rixson salió del salón, tuiteó un video de sus ojos llorosos explicando cómo se sentía.
“Este se siente en fuego, pero este casi no me abre, lo más que lo puedo abrir es así. No estoy llorando porque estoy triste, estoy llorando porque mis ojos están irritados. Todo lo que veo está borroso, muy borroso”.
https://twitter.com/MeganRixson/status/1053419904903213056
En la descripción agregó lo que pasó después:
“Niñas, tengan mucho cuidado sobre dónde se hacen sus pestañas. Yo me puse las mías hoy en un lugar nuevo y usaron pegamento de uñas. Literalmente no pude ver por dos horas. Gracias a Dios ya se me desinflamaron un poco pero todavía me duelen. Tengan cuidado”.
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De acuerdo con el Daily Mail, Rixson regresó al salón ese mismo día a preguntar sobre lo que había pasado.
“Cuando mi novio preguntó qué pegamento habían usado una mujer en el salón se dio cuenta de que habían usado pegamento de uñas”, además agrego que sus ojos se estaban recuperando pero que seguían sensibles e irritados.
Por suerte, Rixson no tuvo daños a largo plazo, pero su experiencia es un buen recordatorio de que no deberíamos de poner nuestra visión en peligro por unas extensiones de pestañas y deberíamos pedir referencias antes de ir a cualquier salón.
¡Mucho cuidado chicas Cosmo!
