¿Qué sucede si caes entre la ropa de talla straight y plus-size? Alexandra Ilyashov nos explica qué hacer cuando caes en la talla invisible...
Durante más de una década, los jeans slim, negros y elásticos han estado en mi guardarropa. Los amo porque sé que se ven grandiosos y no son como una falda que debes acomodar constantemente, ni tengo que preocuparme si les cae una mancha de salsa o café que definitivamente los arruinaría si fueran de color claro. Pensarías que para este entonces tendría un estilo predilecto o al menos una marca favorita. Pero como las tallas de mi cuerpo pueden incluir prendas desde la talla 10 hasta la 18, usualmente salgo de las tiendas con las manos vacías. No es por falta de esfuerzo: he buscado en todos los lugares que te puedas imaginar. El único sitio donde puedo encontrar un talla 10 y uno 16 en el mismo estante es en Target. Casi siempre soy descartada de las marcas premium de mezclilla porque los más grandes no pasan más allá de mis muslos. Entonces, ¿qué sucede si soy en realidad una talla 15, básicamente una que no existe en las tiendas?
¿Cómo demonios se supone que debo vestirme?
Aunque muchas marcas y tiendas finalmente están prestando atención al 68% de las mujeres que usan tallas 14 o más, aquellas de nosotras que estamos entre las más grandes de las tallas pequeñas y las más bajas de las grandes sufrimos una especie de purgatorio de ropa. Pero en septiembre del 2018, una compañía nos dio una luz de esperanza: Designers at Good American (la línea de mezclilla cofundada por Khloé Kardashian y Emma Grede) identificó un hueco de tallas cuando se dieron cuenta de que recibían más del 50% de sus devoluciones entre las tallas 14 y 16 que cualquier otra en su inventario, que va desde 00 hasta la 24. Así que, por suerte, comenzaron a ofrecer la talla 15. ¡Aleluya! “Para nuestra sor- presa, las ventas de las tallas 14 y 16 no deca- yeron”, dice Grede res- pecto a la demanda de las consumidoras. “Las órdenes llevan un ritmo creciente”. Inicialmente ofrecían la talla 15 solo en ciertos modelos. Desde abril, está disponible en todos los jeans que manufacturan. Es grandioso y todo pero... ¿qué tan bien se ajustan? Me probé un par de Good Legs en talla 15, su modelo skinny con mejores ventas, y creo que finalmente he encontrado mi favorito. No tengo la sensación de salchicha que sufría con la talla 14 y no se caen mostrando mis calzones como los de la talla 16. ¿Por qué les tomó tanto tiempo a las marcas detectar este problema? Para empezar, no es fácil expandir tu rango de tallas, necesitas múltiples modelos cuando previamente solo tenías uno y eso implica mayor riesgo de inversión. También hay menos recursos y falta de diseñadores que verdaderamente entienden de qué se trata hacerlo para una clienta de talla plus size. La diseñadora Mara Hoffman introdujo las tallas extendidas en 2018 y dice que es como comenzar una categoría completamente nueva para tu marca. “Muchas personas piensan que solo se trata de crear nuevos patrones, pero en realidad no podemos subir hasta la talla 12 manteniendo las mismas proporciones de las prendas”, dice. “Así que para expandir las tallas es básicamente comenzar desde cero, reinterpretando la silueta y descubriendo qué aspectos pueden permanecer y cuáles necesitan modificaciones. Después comenzamos con las tallas 16 y de ahí empezamos a subirlas, con nuevos modelos y patrones”. En cuanto a tiempo y dinero estos son grandes compromisos: quieres encontrar el modelo con el mejor ajuste que te dará retroalimentación útil, dice Hoffman. Y aunque estás creando nuevos patrones, necesitas invertir tiempo en diseñar las prendas que tengan una apariencia similar que las piezas de tallas pequeñas. “Cuando estás en una posición de exclusión, inadvertidamente estás dañando a los demás”, explica, “así que queríamos involucrar a tantas personas como pudiéramos en nuestro trabajo para ofrecer más opciones sustentables en las categorías que suelen ser olvidadas”. Otro aspecto clave son las nuevas tiendas como CoEdition, una empresa online que tiene tallas desde la 10 hasta la 28, y 11 Honoré, otro competidor con tallas de la 10 a la 20 con diseñadores como Jonathan Simkhai y Phillip Lim (ambas marcas tienen incluso tallas más grandes en algunos artículos). “Para nosotros, no se trata de cambiar la marca, se trata de darle al cliente lo que desea. ¿Por qué el cliente no puede conseguir la prenda que quiere?”, dice Patrick Herning, CEO y fundador de Honoré. Otros diseñadores deberían ser lo suficientemente astutos y seguir estos pasos. Si realmente lo desean, lo pueden lograr. “A final de cuentas, este es un negocio, y la oportunidad sobrepasa los costos de inversión”, afirma Grade. “Creo que en realidad es cuestión de que las marcas quieran ser parte de esto y si realmente se preocupan por su clientela”.
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