Exploremos juntos tres de esos elementos que aun siendo autóctonos de nuestros folklores han podido servir de inspiración a nivel global y ser transformados en piezas de vestir muy contemporáneas.
Es evidente que todo lo que hoy vemos tanto en las pasarelas como en las calles, tiene relación directa con las tendencias que la industria va creando temporada tras temporada. Lo que es aún más interesante es identificar cuál es realmente la procedencia de esos elementos que hoy hacen parte de nuestros looks más estilizados pero que en un principio eran sencillamente la base de nuestras tradiciones y ahora han sido llevados a piezas de moda de forma muy novedosa.
Por: Amanda Dudamel
3 Elementos de nuestra cultura latina que han inspirado las tendencias actuales
Si nos ponemos un poco más curiosos de lo habitual e indagamos en nuestro pasado, nos sorprenderemos con la cantidad de elementos culturales que podremos encontrar como inspiración de los trends más vigentes. Particularmente, me declaro una amante de las artesanías y me gusta aún más estudiar cómo algunas marcas logran fusionar los materiales y las técnicas artesanales más primitivas con siluetas tan contemporáneas.
Exploremos juntos 3 casos principales donde nuestro pasado llega a la industria de la moda de la manera más innovadora.
1. El crochet, el tejido hecho a mano más versátil y elegante.
Dentro de todas las técnicas de tejidos ancestrales que conocemos comercialmente, el crochet o tejido de gancho puede ser indudablemente uno de los más globales y, por supuesto, uno de los más atractivos cuando es llevado a productos de moda.
Indagar en el verdadero origen de esta técnica es muy complejo, pero si de algo tenemos certeza es que es una técnica milenaria, que se ha esparcido por el mundo y ha sido parte del vestuario más tradicional de muchas culturas, incluyendo la árabe, la china, la española, y otras cuantas por mencionar, sin que se nos escape Suramérica, que es, sin duda, una de las culturas que más conserva este método dentro de sus tradiciones, que aún le rinde tributo y ha servido de gran referencia para las tendencias actuales.
Quedándonos dentro de nuestro continente, hay marcas realizando un trabajo extraordinario cuando de tejido a crochet se trata, entre ella ESCVDO, desde Perú; Yenny Bastida desde Venezuela y ZURCE desde México. Sus piezas, algunas más neutras y otras cargadas de color, llevan el ADN de nuestra región por todo lo alto.
2. La fibra de moriche, de la palma a nuestras manos.
Para distintas comunidades indígenas, el árbol de moriche, o el árbol de la vida, ha servido de materia prima en la producción de diversos recursos de supervivencia. De este árbol ancestral se logra producir la fibra de moriche, cuyo nombre en el idioma Warao, proveniente de una comunidad étnica Venezolana, es Ojidu y hace referencia al termino “abuelo”, con un significado ligado explícitamente a la fuente de la vida.
A través de la artesanía, las mujeres en sus distintas etnias han preservado su cultura, y han ido poco a poco expandiendo sus conocimientos al compartir con otras generaciones sus técnicas de producción de diferentes piezas a partir de fibra de moriche.
En nuestra región, existen algunas marcas que mantienen un gran vinculo a la artesanía y lo demuestran colección tras colección, Greenpacha desde Ecuador, Tarbay desde Venezuela y Palma Canaria desde Colombia, haciendo uso de fibras como el moriche y algunas otras extraídas de palmas para sus creaciones de accesorios y carteras principalmente.
3. La mostacilla, de collares coloridos a accesorios contemporáneos.
Para finalizar, una de las técnicas más explosivas en color y seguramente más atrevidas, se conoce el material como mostacilla o muy coloquialmente en algunos países se hacen llamar “Chaquiras”. Nuevamente, es muy poco acertada cualquier información de su origen, lo que si tenemos claro es que llegó a nuestras tierras junto con la colonización y desde ese momento nos apropiamos tanto del material y de la técnica, que empezaron a surgir diversas maneras de interpretarlo como parte de cada cultura a lo largo de toda Latinoamérica, tanto en México, Colombia, Venezuela o Argentina.
Mayormente se utiliza para accesorios, principalmente aplicado en joyería y en bolsos, así que, si estamos buscando terminar de complementar un look bien latino, definitivamente Susana Vega con su joyería fina y Mayorga con sus mochilas a base de mostacilla pueden ser nuestros aliados perfectos.
¿Se imaginan un look fusionando las distintas aplicaciones de estos tres elementos en un mismo outfit? ¡Indudablemente seria la versión más latina y llena de sabor que podamos encontrar!
Sigamos indagando en nuestro pasado para así identificar todo lo que nuestras culturas tienen para ofrecer y de qué manera lucirlo en nuestro día a día con el mayor de los orgullos (y el más grandioso estilo).
